lunes, 17 de agosto de 2009
Una sentencia que no termina de convencer a los involucrados
Agustín Ortiz
Raúl Figueroa Sarti, editor, asegura que la condena en su contra no tiene fundamento.
Mardo Arturo Escobar, quien también se hace llamar Mardo Escobar o Mardoqueo Escobar, ganó notoriedad, luego que un tribunal condenara a Raúl Figueroa Sarti, gerente de F&G Editores, por el delito de violación al derecho de autor.
Todo empezó cuando Mardo interpuso la denuncia contra Figueroa, acusándolo de “reproducir, publicar y mutilar” sin su consentimiento, una imagen de su propiedad que apareció en la portada del libro Cualquier forma de Morir, de Rafael Menjívar Ochoa.
Figueroa recuerda que Escobar llegó a F&G Editores, le mostró unas fotos que quería imprimir, le explicó que la casa editora no era una empresa fotográfica, pero que “podría estar interesado en alguna fotografía” para utilizarla en la portada de un libro. “Él aceptó y hasta se contentó; fue un acuerdo verbal, de ahí que tiene su crédito”, agrega.
Escobar asegura que sólo dejó el CD con los retratos para que Figueroa las viera y si le interesaba alguna que le “avisara”, lo que nunca sucedió, pues se enteró al ver el texto en vitrina.
Figueroa, por su parte, asegura que Escobar “mintió en su alegato al afirmar que supo del uso de las fotos cuando vio el libro en una vitrina”. Presentó documentos que indican que el 4 de diciembre de 2006, éste recibió dos ejemplares de la obra, y otros dos el 29 de enero de 2007.
“Reprodujo, publicó y mutiló sin mi consentimiento una fotografía de mi propiedad que apareció en la portada del libro titulado Cualquier forma de morir, y por ello inicié las acciones de tipo legal”.
Mardo Escobar, denunciante.
“Escobar mintió al afirmar que supo del uso de las fotos cuando vio el libro en una vitrina, yo presenté documentos que indican que el 4 de diciembre de 2006, él recibió dos ejemplares del libro”.
Raúl Figueroa Sarti, editor.
Escobar sostiene que los libros le fueron enviados después de verlos en la vitrina; pero Figueroa Sarti afirma que los recibió antes y que luego de la presentación del mismo llegó a la sede F&G Editores, para que el autor autografiara dos de los documentos que había recibido.
El 6 de agosto de 2009, el Tribunal Séptimo de Sentencia, integrado por Rosa María López Yumán, Magda Elizabeth Pérez y José Gilberto Castro, condenaron a Figueroa a un año de cárcel conmutable a razón de Q25 diarios, pago de costas procesales y una multa de Q50 mil.
El Tribunal, en el mismo fallo, suspende por dos años la pena, pero le condena al pago de las costas procesales. “Eso no quiere decir que la pena esté perdonada; sigue vigente, lo que se cancela es el cumplimiento”, explica el abogado penalista Byron Berganza.`
Figueroa cree que hubo “tráfico de influencia” detrás de la condena, pues el Tribunal utilizó en su contra, parte de las pruebas testimoniales presentadas por él, cuando las mismas, aplicando la lógica similar, también le daban sustento a su defensa. “Existe mala fe, lo que pretenden es dañar mi reputación y el prestigio de F&G Editores”, reitera.
Contradicciones de Escobar
Escobar asegura que se dedica a la realización y toma de fotografía artística. En la vida real es oficial auxiliar en el Tribunal Cuarto de Sentencia Penal, en su cédula de vecindad se declara “estudiante”.
Dice que “mostró” las fotos a Figueroa en agosto de 2006. En entrevista a este matutino dice que fue en junio, en la sentencia se consigna marzo de 2007.
Afirma que la foto publicada por Figueroa en la portada del libro es parte de “una colección especial, integrada por una fotografía”. La sentencia habla de un “álbum que contiene ocho fotografías elaboradas por Byron Waldemar Pinto, del Ministerio Público”.
No especifica fecha en que vio la fotografía “en una vitrina”; habla de “inicios de diciembre de 2006”. Figueroa entregó ejemplares del libro el 4 de diciembre de 2006.
Publicado en "Diario de Centro América", 17 de agosto de 2006: http://www.dca.gob.gt/nacional2.html
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