El Congreso de
la República eligió al sustituto de Roxana Baldetti Elías. Alejandro Maldonado
Aguirre, militante del extinto partido de la violencia organizada como gustaba
llamarle su fundador, fue su carta para rescatar el barco que se hunde. No es
bueno sacar conclusiones apresuradas porque uno se equivoca terriblemente, pero
los acontemicientos no esperan la calma. Y por otra parte, solo no se equivoca
quien no hace nada o quien no piensa. Así que les comparto algunas ideas.
1) Maldonado
Aguirre simboliza el íntimo entrelazamiento entre la impunidad y la corrupción.
La una no se da sin la otra, ni la otra sin la una. Genocidio y corrupción son
dos caras de la misma moneda.
2) Los grupos
de poder tienen la certeza, o al menos intuyen, que Pérez Molina seguirá el
mismo camino de Roxana Baldetti, la renuncia. Lo cual significa que están
atemorizados por las movilizaciones que se suceden en todo el país.
3) El nuevo
vicepresidente no satisface las expectativas de los ciudadanos que reclamamos
el cese de la corrupción y la impunidad. Dificilmente podría hacerlo cualquier
otro.
4) La crisis
que afecta al sistema es grande. Y el sistema no lo puede resolver.
5) Otto Pérez
Molina es parte de la mafia enquistada en el estado y debe ser procesado y para
ello es imprescindible su renuncia.
6) La
gobernabilidad en que se asientan la corrupción y la impunidad protege a los
ladrones. Los ciudadanos honrados no tenemos por qué defenderla.
7) Debemos
seguir movilizándonos en contra de la corrupción y la impunidad, aun cuando las
victorias sean mínimas. No soñemos con una gran victoria, imaginemos la suma de
pequeños trinfos que se convertirán en la conquista de una nueva democracia.
8) El momento
nos exigen pensar durante la marcha. Pensar y organizarnos. Hacia dónde vamos,
qué queremos, cómo podemos hacerlo, qué organización necesitamos para ello.
9) A cada
manifestación que vayamos hagamoslo acompañados. Sumemos fuerzas para resistir y derrotar a la corrupción y la impunidad.
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