Roxana
Baldetti renunció gracias a la presión ejercida por los ciudadanos hartos de la
corrupción y la Cicig no tiene nada que ver con dicha renuncia.
¡No! La
renuncia de Baldetti se logró gracias al trabajo de la Cicig.
¡Nada que ver!
A Baldetti no le quedó otra salida después de que el Cacif pidiera su cabeza.
Quien hizo
renunciar a Baldetti fue La Embajada.
Roxana
Baldetti renunció. Lo hizo después de que se sucedieran manifestaciones
ciudadanas exigiendo su renuncia, después de que la Cicig visitara al
presidente, después de que el Cacif también pidiera su renuncia, y según los
muy bien informados, después de que “La Embajada” (la embajada de Estados
Unidos en Guatemala) le diera un ultimátum al presidente Pérez Molina.
Al día de hoy,
13 de mayo, a cinco días de la “renuncia voluntaria” de Baldetti Elías, he
escuchado las distintas afirmaciones con que se abre esta nota. De ellas las
más vehementes han sido: sólo el movimiento ciudadano obligó a renuncia a
Baldetti y la que afirma que quien realmente obligó a que dicha renuncia se
diera fue el gobierno de Estados Unidos. Ambas resultan ser conclusiones
incompletas.
Desde mi
perspectiva, la renuncia de Baldetti fue posible gracias a la convergencia de
esos cuatro factores. No deseo abundar en argumentos en contra de las
afirmaciones que reducen el éxito a un solo factor. Pero sí en las que niegan
la importancia del movimiento ciudadano y las que lo sobrevaloran.
Cuando la
CICIG denunció que el ministro de Gobernación, López Bonilla, le entregó el
control de las cárceles a Lima Oliva, la reacción ciudadana fue nula. López
Bonilla sigue de ministro y hoy pocos recuerdan tan vergonzosa situación. Durante
el gobierno de Alvaro Colom se sucedieron manifestaciones de gente de clase
media pidiendo la renuncia del presidente, pero la misma no se dio.
¿Tiene importancia
discutir sobre ello? Sí
Si nos dejamos
convencer por quienes minimizan el papel del movimiento ciudadano, terminaremos
por aceptar que al final de cuentas las manifestaciones no sirven para nada, y
que lo único que puede hacer cambiar las cosas es la presión de “La Embajada” o
del Cacif; y retornaremos al punto de inacción en que nos encontrábamos antes
del 25 de abril.
Si por el
contrario asumimos con vehemencia la conclusión de que sólo el movimiento
ciudadano hizo renunciar a Baldetti, correremos el riesgo de sobrestimar
nuestras fuerzas y rechazar soberbiamente cualquier posibilidad de alianzas con
otros sectores sociales.
Por eso, yo
prefiero concluir que la renuncia de Baldetti se debió a la convergencia de
distintos factores y la movilización en su contra de diversos sectores
sociales, que de manera espontánea coincidieron en una sola demanda: ¡Renuncia
Ya!
De acuerdo, se debe valorar objetivamente el valor de los movimientos sociales como los que están sucediendo. Es importante que la inteligencia social plantee una agenda mínima de reinvindicaciones, ya que salvo la publicada por Ricardo Gómez, que es acertada, no hay mayores esfuerzos por generar luces de pensamiento para que esa fuerza social se encause a la reconstrucción política, económica y social.
ResponderBorrarSí bien es cierto las personas son importantes y hay que cambiar quiza la mayoría de quienes dirigen al Estado, también es importante orientarse a la reformulación de las instituciones, puesto que en última instancia, el sistema institucional es el que está fallando.
Felicitaciones Figueroa por su consistente posición ante la crisis.