En
los últimos días los opositores a la presencia en Guatemala de la Comisión
Internacional contra la Impunidad han estado relativamente calladitos. Y es que
la arremetida de la Comisión y el Ministerio Público contra la banda de
delincuentes cuya cabeza se encuentra en la Casa Presidencial los ha dejado sin
argumentos operativos y solo con los de defensa de la soberanía.
Ahora
que Roxana Baldetti renunció y se dictó arraigo en contra suya de inmediato han
surgido voces afirmando que ello es muestra de contubernio entre la CICIG y el
gobierno. Lo mismo se dijo hace unos días cuando el comisionado Velásquez
afirmó que no tenían pruebas contra la exvicepresidente.
Hoy
mismo (10 de mayo) vi expresiones que pretenden minimizar el papel de la CICIG
en la renuncia de Baldetti. Pregunto: ¿hubiera sido posible la renuncia de “la dos”
sin todo el proceso legal iniciado en contra de la banda La Línea? Yo creo que
no, y no me parece necesario abundar en argumentos sobre ello, me parece un
hecho evidente.
Me
resulta difícil imaginar que la CICIG pueda ir más rápido de lo que nosotros
queremos. Por múltiples razones. La primera es que la CICIG aunque no nos
guste, debe apegarse de manera muy estricta a la legalidad. No es fácil hacer
un trabajo como el de la CICIG cuando la principal oposición viene del poder “legalmente”
establecido. ¿Qué hubiera pasado si desde el primer momento el señor Velásquez
dice que los jefes de La Línea son Roxana Baldetti y Otto Pérez Molina?
Para
mí resulta comprensible que Iván Velásquez vaya despacio; por Dios santo, pero
es que también debe cuidarse de la Fiscal General. ¿O acaso ustedes confían
absolutamente en ella? Desconozco qué pruebas tiene y de cuáles carece. La
batalla en la que Iván Velásquez se ha metido no es cosa fácil. La tarea que le
encomendaron es peor que la de limpiar los establos de Augías, porque acá la
mierda está viva y tiene poder.
Lo
menos que podemos hacer en estos días de incertidumbre es no caer en la trampa
del desprestigio de la CICIG.
El error es resarcirme porque es la causa de la calumnia en mi contra por motivo de que adjudican que soy mentecato con mi reserva con las secuaces de mi parafilia voyeurista para improvisarme con las bastardas de mi parafilia voyeurista con mi culminante evolucion denigrante.
ResponderBorrarMe marginaron sexualmente pero la solucion es regenerar a los marginados y deplorar a los precarios. Mis calumniadores desean continuar marginandome sexualmente hasta que sea traicionado por la turba.
Atentamente:
Jorge Vinicio Santos Gonzalez,
Documento de identificación personal:
1999-01058-0101 Guatemala,
Cédula de Vecindad:
ORDEN: A-1, REGISTRO: 825,466,
Ciudadano de Guatemala de la América Central.