martes, 25 de agosto de 2015

Desobediencia civil



Cuando el gobierno es detentado por delincuentes los ciudadanos honrados solo tienen un camino: la desobediencia civil.

Desde el 16 de abril de este año se empezó a ver con claridad judicial que quienes gobiernan han gobernado el país no son más que una partida de delincuentes que se inmiscuyeron en política en búsqueda del enriquecimiento fácil. Cuatro meses después es ya evidente que el presidente del país es el jefe máximo de una peligrosa banda criminal que durante décadas se ha dedicado al saqueo del estado.

En la tercera semana de agosto la CICIG y el MP sacaron a luz pública lo que ya era imposible postergar: Otto Pérez Molina es el jefe de La Línea.

En un actitud por demás estúpida el presidente en lugar de renunciar se refugia en de Manuel Baldizón y la emprende contra la CICIG, el MP y el movimiento ciudadano y amenaza con movilizar al “movimiento social” que le ha servido de comparsa.

Mientras tanto se hace evidente que la oposición a la corrupción, la real, se encuentra en las calles.  Aunque en el Congreso de la República hay “focos” de oposición estos han sido incapaces de poner un alto a la corrupción gubernamental y en lugar de salir a las calles para luchar a la par de la ciudadanía siguen de gozo en gozo en su fiesta electoral, que para algunos es una bacanal.

Después del mismo Pérez Molina quien más perdería con la renuncia del presidente es Manuel Baldizón. De ahí su respaldo al jefe de La Línea. Y el jefe de La Línea tiene la esperanza de que Baldizón gane las elecciones y le garantice impunidad. De ahí entonces que lo que nos espera en el futuro inmediato es un desgobierno.

De ahí entonces que para forzar al poder establecido a realizar las reformas que se reclaman sean insuficientes las manifestaciones ciudadanas. Necesitamos dar un paso adelante, avanzar hacia la desobediencia civil.

Ahora bien, ¿cómo expresar esa desobediencia? He escuchado, y también propuesto algunas opciones.

1. Que los fiscales de mesa del TSE no se presenten el día de las elecciones.
2. Al comprar no pedir factura.
3. No asistir a votar. Pero decirlo.
4. Votar nulo. Tomarle foto a la papeleta y distribuirla en redes.

¿Qué sugieren ustedes?

4 comentarios:

  1. Raúl, no comprendo la opción 2. ¿En qué se basa esa propuesta? Me caería bien una explicación. ¡Gracias!

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    1. Si no pides factura el comerciante no está obligado a pagar el iva, porque no hay registro del mismo; salvo los grandes comercios en donde la factura se emite automáticamente. ¿Que beneficiamos a un comerciante inescrupuloso? Cierto. ¿Pero hace alguna diferencia que el IVA se lo robe un comerciante a que se lo robe Pérez Molina?

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    2. ¡Gracias, Raúl! Tiene mucho sentido.

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