¿Por
qué?
1. Las elecciones del 6 de septiembre se
realizarán haciendo uso de mecanismos que legitiman la corrupción, la
compra-venta de votos, el financiamiento de mafias a partidos y candidatos. Al
final de cuentas el sistema electoral garantiza que los ganadores sean aquellos
que invierten más recursos financieros en la campaña y, hoy por hoy, mucha de esa
inversión sólo la pueden realizar quienes reciben dinero del narcotráfico y
otras actividades ilícitas. Así lo demostró el informe de la CICIG sobre el
financiamiento de los partidos políticos.
2. Los candidatos que tienen alguna
posibilidad real de pasar a una segunda vuelta electoral están profundamente
cuestionados, ya sea por sí mismos (Manuel Baldizón y Sandra Torres) o por lo
que significan sus partidos (Manuel Baldizón, Sandra Torres y Jimmy Morales) o
por los oscuros personajes que dan vueltas alrededor de ellos y los asesoran.
Yo no voto por candidatos o partidos cuyos recursos tienen dudoso origen.
3. Con excepción de uno o dos, que solo
podrían ganar por un espectacular milagro, el resto de candidatos se resistió a
dar a conocer de manera detallada y precisa el monto de su patrimonio. Esto solo
puede denotar su esperanza de usar la campaña electoral para incrementar su
fortuna. Yo no voto por candidatos que no se comprometen a ser honrados.
4. Con excepción de los candidatos de la
conservadora izquierda, el resto ha hecho mutis en relación con la crisis
derivada del descubrimiento de que estamos siendo gobernados por una banda
criminal. De manera indirecta, ello los convierte, por lo menos. en
encubridores de los crímenes de Pérez Molina y su partido, cuando no en
cómplices directos, como Manuel Baldizón, que se ha dedicado a proteger al hasta
hoy (28 de agosto de 2015) presidente. Yo no voto por delincuentes, sus
cómplices o sus encubridores.
5. Los partidos que tradicionalmente han
recogido el descontento que provocan las injusticias y la corrupción, y que
podrían haber presentado propuestas serias, optaron por el suicidio. Van a las
elecciones desunidos y eso solo puede derivar en una derrota total. Por
cualquiera de ellos que vote, mi voto será voto perdido.
6. Es mentira que el voto nulo favorece
al ganador. Las votaciones no son una operación aritmética, son una acción
política y el que gana es porque obtuvo más votos, independientemente de
cuántos voten nulo.
7. Quien quiera que sea el que gane las
votaciones, quien saldrá perdiendo es Guatemala. Ninguno de los candidatos o
candidatas hará las transformaciones que el país necesita y votar por ellos es
darle aire al sistema corrupto que tenemos.
8. Votaré nulo porque de esa manera
estaré demostrando mi inconformidad con el sistema electoral del país que
favorece a los partidos comprometidos con la corrupción y el crimen organizado.
Y así también contribuiré a empezar a forjar una nueva fuerza política que
transforme Guatemala.
Una sugerencia de lectura: https://comunitariapress.wordpress.com/2015/08/30/el-remolino-del-voto-efectivo-blanco-nulo-y-del-abstencionismo/
Lo suscribo de principio a fin.
ResponderBorrarYo también voto nulo.
ResponderBorrarNo creo en elecciones mentirosas organizadas por corruptos.