lunes, 2 de noviembre de 2015

La sociedad corrupta




El IPNUSAC denunció que José Ramón Lam, miembro del equipo del presidente electo Jimmy Morales cometió plagio en más de un ensayo que elaboró para dicha institución cuando laboró ahí.
La misma ola que arrastró a Pérez Molina y compañía hacia la detención preventiva, encumbró a Jimmy Morales y lo arrastró sin que él quisiera y estuviera preparado para ello a la Presidencia de la República. Dijo “ni corrupto ni ladrón” y la gente creyó en él.
Es a partir de ese compromiso anticorrupción que uno esperaría que lo menos que hiciera el presidente electo es decir: voy a analizar el expediente elaborado por el IPNUSAC. Pero no, a sabiendas de la lentitud de que padece nuestro sistema de justicia él pide un proceso judicial. Y califica la denuncia del Insituto como rumores, a pesar de que se ha hecho de manera formal y documentada.
El señor Lam en lugar de responder de manera tajante que no plagió los ensayos y proponer pruebas documentales de ello, se escuda diciendo que él renunció y no fue despedido.
Y los fans del presidente electo se cuestionan si la Usac tiene autoridad moral para denunciar tal plagio. Los mismos que ayer le reclamaban a la Usac no haber denunciado a Manuel Baldizón por plagio hoy le recriminan que lo haga con Lam.
Lo que procedería es felicitar al IPNUSAC por hacer la denuncia y exigirle a la Universidad que siempre lo haga.
En la sociedad corrupta, que es lo que parece ser que finalmente somos, la corrupción es denunciable y criticable cuando la comete quien me cae mal, pero no cuando el corrupto es mi amigo.
Yo, mientras tanto, no pierdo la esperanza de que el presidente electo efectivamente sea honrado y él mismo confronte los ensayos de Lam y si se hace evident el plagio, que lo retire de su equipo.