martes, 8 de septiembre de 2009

la Columna: La foto del perro aullando es mía

Por: Rosina Cazali / No Lugar rosinacazali@gmail.com

El mes de la fotografía en Guatemala, Foto>30, ha sido precedido por la polémica de la supuesta inclusión ilícita de una fotografía del escritor Mardo Escobar en la portada de un libro producido por la editorial F&G, y la consecuente sentencia sobre su director Raúl Figueroa Sarti. En ese orden, nunca se ha hablado tanto sobre la práctica de la fotografía y sobre las leyes que rigen los derechos de autor. Porque vivimos una época signada por sus medios de comunicación y reproducción el tema se hace escurridizo. La multiplicidad de formas de reproducir imágenes es infinita, desde lo sorprendente hasta lo ridículamente inmediato y casero. Pero estamos aquí, por primera vez, frente a un caso en el cual la discusión gira en torno a una foto insignificante en lo formal pero que está a punto de marcar precedente.

Toda polémica siempre confiere dos lados a discutir. A muchos nos parece desproporcionado el tratamiento que se le ha dado a Figueroa Sarti. Por otro lado, al recordar que en Guatemala existe un Registro de la Propiedad Intelectual, la cual subraya que toda persona tiene derecho a proteger sus producciones, independientemente del mérito, destino o modo de expresión, es claro que Escobar tiene derecho a pedirlo. Lo curioso es que no existe en esta u otra instancia el debido registro de la fotografía y el nombre del autor. En ese escenario me parece que las desproporciones también se producen en otros términos. Por muchos años he trabajado con fotografías. Me resulta tan absurda la sentencia. Al buscar en sitios como Google imágenes sobre un “perro aullando” saltan alrededor de 41 mil 100 elementos.

Hoy día la originalidad es algo difícil de medir. Pienso en obra de artistas como Richard Prince, un conocido artista norteamericano, quien con su obra Untitled Cowboy, refotografiada de una original y con conocimiento de los compradores, alcanzó el precio de US$1millón en una subasta. Esto suscitó discusión en torno a lo inútil del valor de la originalidad y sus frotneras. Prince sencillamente lo hace visible.

Por una imagen que cualquiera pudo tomar se ha levantado una tormenta que podría ser calmada, considerando que este es el primer caso de autoría de imágenes fotográficas que se lleva a una corte, sería pertinente que se tomara en consideración como beneficio de editores y autores. Cuando Figueroa Sarti publicó esta imagen estaba actuando de acuerdo a los parámetros normales que se manejan en nuestro país: visibilidad al autor y respectivo crédito. Estos no son los más profesionales pero no buscaban lesionar las facultades morales del autor.

Además, que se sepa, la publicación y venta del libro no posee especial trascendencia económica. Consultando a fotógrafos de la talla de Luis González Palma, Juan Manuel Castro Prieto o especialistas en fotografía como Claudi Carrera, Juan Antonio Molina y otros, les resulta inútil registrar cada una de las imágenes que un fotógrafo produce. En ese sentido, Escobar también podría hacer lo suyo y aprender un poco de ese mundo que no sólo necesita confiar en otros para que sus imágenes fluyan sino enterarse del universo de posibilidades de reproducción, donde todo resulta siendo de todos.

Publicado en "El Periódico", miércoles 2 de septiembre de 2009: http://www.elperiodico.com.gt/es/20090902/lacolumna/112160/

En río revuelto: Una infamia

Félix Loarca Guzmán

El proceso instruido a través de los tribunales de Guatemala en contra del licenciado Raúl Figueroa Sarti, representante legal de la editorial F & G por el delito de Violación a la Propiedad Intelectual, como consecuencia de haber publicado una foto en la portada de un libro con lo cual supuestamente se violaban los derechos de autor, constituye una verdadera infamia.


Sobre este asunto, el Relator especial de Naciones Unidas sobre Libertad de Opinión y Expresión difundió un pronunciamiento muy concreto señalando que el procedimiento seguido puede constituir un mecanismo de intimidación.

Por su importancia transcribimos algunos fragmentos de la declaración de dicho funcionario internacional: "La sentencia condenatoria que emitió el Juzgado Séptimo de Sentencia Penal contra el Señor Raúl Figueroa Sarti en el proceso seguido por el Oficial de Tribunales Mardo Escobar y por el Ministerio Público por el delito de Violación a la Propiedad Intelectual, es claramente una violación a la libertad de expresión del Sr. Figueroa Sarti, con el cual también se limitan las actividades de la Editorial F&G.

El hecho mismo, relativamente insignificante, lo constituye la utilización de una fotografía del Señor Escobar para la portada de un libro publicado por la mencionada Editorial, con lo cual supuestamente se violaban los derechos de autor. Sin embargo, consta en el expediente del caso, el testimonio del Señor Escobar, en el cual él mismo manifiesta haber autorizado de palabra al Señor Figueroa Sarti la utilización de dicha fotografía, por lo que la denuncia misma no tiene razón de ser. Además el Señor Escobar inició una acción de carácter civil que fue desestimada, por lo que no se comprende, por qué razón el Ministerio Público y el Tribunal Séptimo de Sentencia Penal le dieron tanta relevancia al hecho.

Sorprende que en un caso sin mayor fundamento, el Ministerio Público y el Tribunal Séptimo de Sentencia Penal desplieguen tanta actividad y recursos humanos cuando existen muchos casos de violencia que quedan en la impunidad. La única conclusión a la que se puede arribar, es que el tema de la fotografía es una excusa y este proceso penal es realmente un mecanismo de intimidación contra una editorial que ha mantenido una trayectoria crítica y que ha realizado publicaciones sobre violaciones a los derechos humanos. Por consiguiente, esta intimidación constituye una violación al derecho a la libertad de expresión por parte del Estado de Guatemala en particular del artículo 19 de la Declaración Universal de Derechos Humanos y los Artículos 19 y 20 del Pacto Internacional sobre de Derechos Civiles y Políticos del cual Guatemala es parte."

Publicado en "La Hora" el miércoles 26 de agosto de 2009: http://lahora.com.gt/notas.php?key=54408&fch=2009-08-26

lunes, 24 de agosto de 2009

TIEMPO Y DESTINO: Un juez imparcial (y 2)

Luis Morales Chúa

La imparcialidad del juez, o del tribunal, es esencial para dictar una sentencia correcta.

Ese requisito tiene dos manifestaciones principales. Una, la imparcialidad subjetiva, garantiza que el juez no tenga relaciones indebidas con las partes. Y otra, la imparcialidad objetiva, referida al objeto del proceso, asegura que el tribunal no haya conocido anteriormente del mismo asunto contencioso.

Al comentar el caso del editor Figueroa Sarti, el ex decano de la Facultad de Ciencias Jurídicas y Sociales, de la Universidad Rafael Landívar, abogado Álvaro Castellanos Howell —una de cuyas especialidades es el derecho de propiedad intelectual—, dice:

“He estudiado la sentencia C-G-5499-2008, proferida el 6 de los corrientes por el Tribunal Séptimo de Sentencia Penal, Narcoactividad y Delitos contra el Ambiente, y a pesar de que aparentemente no viola el derecho del procesado de contar con un fallo razonado, creo, en mi particular opinión, que sí viola su derecho a la justicia imparcial”

Y añade: “Sobra decir que un experimentado editor como el señor Figueroa Sarti ha de saber desde hace muchísimos años que para usar una fotografía necesita autorización de su autor y, que yo sepa, es la primera vez que tiene un problema de esta naturaleza. Curiosamente este tipo de presunciones no obró para nada en su favor en el debate.

En donde me parece que hubo un error por parte del tribunal es en la valoración de las pruebas. No se tomó en cuenta nada de la declaración de los hechos por parte del propio Figueroa Sarti. Es decir, su declaración no sirvió de nada. Si no existe prueba documental del contrato de autorización de uso de la fotografía, entonces el dicho tanto de acusador como del imputado deberían pesar igual, ¿no?

En ningún momento el tribunal sentenciador valoró que no solo el editor por su parte afirmó que sí tenía autorización, sino que tampoco consideró varias pruebas de descargo en su favor. Por ejemplo, un testigo, cuyo testimonio acepta como válido el tribunal, aclara que el fotógrafo sí había autorizado el uso de la fotografía”.

El abogado Castellanos Howell toca un asunto que suele ocupar la atención de los tribunales de Guatemala, con más frecuencia de la que podría esperarse. Es la forma de probar el contrato verbal. Cuando no existe el documento, el contrato se prueba por todos los medios de prueba, siempre que no exista precepto que los señale taxativamente. Uno de tales medios es la presunción, la legal y la humana. Esta última produce prueba, si es consecuencia directa, precisa y lógicamente deducida de un hecho comprobado. De manera que si el consentimiento, dado por el autor de la fotografía para que fuera utilizada en la edición de un libro, fue probado en juicio por la declaración de un testigo, el tribunal debió presumir la inocencia del acusado, no su culpabilidad.

En fin, todo habrá de salir bien, a la postre. En distintos países está siendo seguido el proceso, con gran interés. Cerca de dos mil personas han firmado ya una petición para que Figueroa Sarti, en una segunda instancia sea absuelto. Y en ese mismo sentido han sido escritos numerosos comentarios de columnistas y escritores nacionales.

Sin embargo, el editor Figueroa Sarti no será absuelto por esa presión, de suyo importante, sino por los errores en la valoración de las pruebas que, al parecer, se cometieron en el curso del proceso.

En nuestro país no es raro que un tribunal se equivoque en ese y otros aspectos, y para reparar tales errores los tribunales superiores han sido dotados con la facultad de revocar sentencias erróneas o que adolecen de parcialidad. Por ello, en las legislaciones nacionales, y pactos y convenciones internacionales, se proclama el derecho de toda persona a ser juzgada por jueces imparciales. Guatemala no es la excepción.

Publicado en "Prensa Libre", 23 de agosto de 2009: http://prensalibre.com/pl/2009/agosto/23/335771.html

La primera parte fue publicada el 16 de agosto de 2009:

En este blog: http://raulfigueroasarti.blogspot.com/2009/08/tiempo-y-destino-un-juez-imparcial-i.html

TRAGALUZ: HACIA UN PAÍS DE LECTORES

Jaime Barrios Carrillo
buzon21@sigloxxi.com

“Debemos hacer esfuerzos por convertir la lectura en un tema de la agenda nacional de desarrollo”.


Decía el viejo sabio llamado Cicerón: “Un hogar sin libros es como un cuerpo sin alma”. Y podría agregarse que un país sin lectores va la deriva en el mar de la ignorancia. Guatemala no debe ser un país desalmado.

La absurda condena del editor Raúl Figueroa Sarti, vino a causar indignación en círculos culturales del país; sumando el desprestigio de Guatemala en el extranjero, donde figuras mundiales como José Saramago, Noam Chomski y Ariel Dorfman, exigen justicia para Raúl Figueroa Sarti y que se inves-tigue y se diriman responsabilidades a los funcionarios corruptos implicados en este caso. Pero quiero hacer un paréntesis en la cuestión judicial, para resaltar en cambio la importancia del aporte de Figueroa Sarti a la cultura nacional. Él, junto a otros notables editores guatemaltecos, ha impulsado el concepto/meta de “hacia un país de lectores”.

Comencemos afirmando que la falta de lectura no es sólo parte del subdesarrollo, sino una de sus causas. La deficiencia de lectura en Guatemala, vista de esta manera, impide el mismo desarrollo del país. Y no sólo por el analfabetismo, sino por los analfabetos funcionales, es decir, aquellas perso-nas que sabiendo leer no leen.

La lectura debe inculcarse desde la infancia. La Asociación Internacional para la lectura (IRA), con-sidera que los libros son indispensables no solamente para el desarrollo integral de la persona, sino confirma que es necesaria para el progreso de toda nación.

En Guatemala, el Estado a pesar de una vieja ley de Fomento Nacional del Libro no brinda un apoyo efectivo. Incluso en el aspecto fiscal existe una situación desfavorable. El libro debe ser liberado de cargas fiscales, mientras que está bien que el alcohol y el tabaco las tengan.

Otro problema es el acceso a los libros, no sólo por los precios sino por las deficiencias estructurales. “El sistema de bibliotecas del país es de los peores de Latinoamérica”, me decía hace años Peter Landelius, entonces embajador de Suecia. Estamos atrasados con las bibliotecas y con los sistemas de préstamos. A nivel comunitario debería impulsarse una política de desarrollo inmediato de las bibliotecas municipales. Porque aunque exista una legislación que delimita responsabilidades, las municipalidades brillan por su incapacidad en el campo bibliotecario. No existe, además, una red nacional de bibliotecas que favorezcan las consultas de libros y otros materiales didácticos. En otros países latinamericanos existen, por ejemplo, los buses/bibliotecas.

Sin embargo, paso a paso, página a página, el país construye su industria editorial, la cual busca ampliar sus lectores. Raúl Figueroa Sarti decía en una oportunidad: “La producción de libros está atravesando por un momento de mucho crecimiento. Entre 2003 y 2007, la cantidad de títulos registrados en la Agencia Nacional de ISBN pasó de 379 a ,.216. Debemos hacer esfuerzos por convertir el libro y la lectura en un tema de la agenda nacional de desarrollo”.

Publicado en "Siglo XXI", 23 de agosto de 2009: http://www.sigloxxi.com/opinion/6441

sábado, 22 de agosto de 2009

RELATORIA ESPECIAL SOBRE EL DERECHO A LA LIBERTAD DE OPINION Y EXPRESION DEL CONSEJO DE DERECHOS HUMANOS DE NACIONES UNIDAS

COMUNICADO DE PRENSA
Violación al derecho de libertad de expresión en el caso del Sr. Raúl Figueroa Sarti

La sentencia condenatoria que emitió el Juzgado Séptimo de Sentencia Penal contra el Señor Raúl Figueroa Sarti en el proceso seguido por el Oficial de Tribunales Mardo Escobar y por el Ministerio Público por el delito de Violación a la Propiedad Intelectual, es claramente una violación a la libertad de expresión del Sr. Figueroa Sarti, con el cual también se limitan las actividades de la Editorial F&G.

El hecho mismo, relativamente insignificante lo constituye la utilización de una fotografía del Señor Escobar para la portada de un libro publicado por la mencionada Editorial, con lo cual supuestamente se violaban los derechos de autor. Sin embargo, consta en el expediente del caso, el testimonio del Señor Escobar, en el cual él mismo manifiesta haber autorizado de palabra al Señor Figueroa Sarti la utilización de dicha fotografía, por lo que la denuncia misma no tiene razón de ser. Además el Señor Escobar inició una acción de carácter civil que fue desestimada, por lo que no se comprende, por qué razón el Ministerio Público y el Tribunal Séptimo de Sentencia Penal le dieron tanta relevancia al hecho.

Sorprende que en un caso sin mayor fundamento, el Ministerio Público y el Tribunal de Séptimo de Sentencia Penal desplieguen tanta actividad y recursos humanos cuando existen muchos casos de violencia que quedan en la impunidad. La única conclusión a la que se puede arribar, es que el tema de la fotografía es una excusa y este proceso penal es realmente un mecanismo de intimidación contra una editorial que ha mantenido una trayectoria crítica y que ha realizado publicaciones sobre violaciones a los derechos humanos. Por consiguiente, esta intimidación constituye una violación al derecho a la libertad de expresión por parte del Estado de Guatemala en particular del artículo 19 de la Declaración Universal de Derechos Humanos y los Artículos 19 y 20 del Pacto Internacional sobre de Derechos Civiles y Políticos del cual Guatemala es parte.

Uno de los principios fundamentales de la libertad de expresión, es el de eliminar o reducir al mínimo la utilización del Derecho Penal para restringir o sancionar formas indebidas de expresión, en virtud que el mecanismo penal puede fácilmente ser utilizado por parte del Estado como una forma de censura o de persecución por las opiniones o por afectar intereses económicos.

En virtud de lo anterior, respetuosamente solicitamos al Estado de Guatemala corregir esta situación, y en particular a la Sala de Apelaciones que conocerá del caso, que ponga al descubierto los vicios del procedimiento para corregirlos, pues constituyen un mal precedente para el país en materia de derechos humanos y libertad de expresión.

Al Señor Figueroa Sarti y al Personal de la Editorial F&G, manifestamos nuestro reconocimiento y apoyo en su lucha como víctimas y como defensores de derechos humanos.

Finalmente, esta Relatoría insta al Estado de Guatemala, a su Sistema de Justicia y a toda la población, a reflexionar sobre estos hechos, para descubrir los verdaderos móviles y no permitir la utilización de la acción penal como un acto de intimidación y censura.


United Nations Special Rapporteur Freedom Opinion and Expression
Relator Especial de Naciones Unidas sobre Libertad de Opinion y Expresiòn
www.ohchr.org
freedex@ohchr.org
libert.expresion@gmail.com
Phone.: +41 22 9117 9738 (Ginebra)
Fax.: +41 22 917 9006
Tel.: +502 23 680-021 (Guatemala)

Sarti, dimensión de lo injusto

Por: HELMER VELÁSQUEZ

El editor es víctima de una celada.

Este fabricante de libros, forjador de lectores, concordador de códigos “para contribuir al fortalecimiento del Estado de Derecho” –según se confiesa–, es víctima de una celada. Con ayuda de perros de presa, la conjura de los letrados, la borrasca de las leyes y un índice acusador que reclama para sí un botín dinerario y la libertad del editor, son como vientos negros sobre el candil de la claridad. Esto es lo que concebimos de la sentencia que, en contra de Raúl Figueroa Sarti, emitió el sistema judicial guatemalteco. Otra rémora de ignominia. Y es que cuando la sociedad nacional exige autoridades judiciales, probas, imparciales, con alta capacidad técnica y científica, y una correcta interpretación de la ley, se falla –de fallar– y se condena un esfuerzo editorial construido con la certeza de cimentar cultura de paz, llevando a luz importantes escritos que testimonian las aflicciones de la guerra y contribuciones al análisis de la realidad guatemalteca, sin dejar de lado nuestra literatura y poesía.

El sistema judicial nacional, autodeclarado incapaz de resolver los crímenes de lesa humanidad cometidos durante el conflicto armado interno, que no es capaz de llevar a sentencia los procesos por defraudación de fondos públicos, que ni siquiera logra llevar a punto final la persecución penal en contra de gavillas surgidas de los cuadros medios de los “cuerpos de seguridad”; y que evade enfrentar al crimen de cuello blanco y a las poderosas mafias internacionales; parece necesitar “éxitos” que le ayuden a modificar la estadística, la justicia no es el valor a defender, es el puesto y “la amistad”.

La sentencia, emitida en primera instancia contra Figueroa Sarti, deberá seguramente ser modificada en la instancia superior, y no es que busquemos favores judiciales, es simplemente aplicar la lógica jurídica al hecho concreto: el caso deriva de un hecho lícito: acuerdo verbal para publicación en donde autor y editor pactaron créditos y forma de compensación –no dineraria–, este hecho está aceptado por el ahora acusador, laborante de tiempo completo del Organismo Judicial –situación que profundiza la suspicacia–. En consecuencia, corresponde rectificar. Estamos frente a un caso paradigmático que debe ser seguido de cerca por la magistratura y la supervisión de tribunales, cuya principal función es romper la impunidad.

Perseguir escritores es cuestión de sátrapas. Es aún tiempo de demostrar coherencia con la verdad. Nuestra solidaridad al gremio Editorial, con F&G Editores, y personalmente con Raúl Figueroa Sarti, compañero de viejas escuelas y de la vida, en donde la ética política fue determinante en la formación.

Publicado en "El Periódico", 20 de agosto de 2009: http://www.elperiodico.com.gt/es/20090820/opinion/110917/

Gremio literario apoya a Figueroa Sarti

Gabriel Arana

Escritores nacionales e internacionales muestran su apoyo al editor de F&G Editores.

Desde hace 15 años, el editor Raúl Figueroa Sarti se encuentra al frente de F&G Editores, trabajo que le ha ganado el reconocimiento de la comunidad literaria nacional, misma que hoy se manifiesta indignada por la situación que anfronta el editor, quien el pasado 6 de agosto fue sentenciado a un año de prisión conmutable y una multa de Q50 mil, por presuntamente, publicar una fotografía en la cubierta del libro Cualquier forma de morir, de Rafael Menjívar Ochoa, sin permiso del fotógrafo Mardo Arturo Escobar.

En su labor dentro del campo literario, Figueroa Sarti ha colaborado con la Cruz Roja Internacional, la Fundación Óscar Arias, la Fundación Myrna Mack. Además, fue coordinador de la Editorial Universitaria, de la Usac. Y en 1997 publicó el libro Código Procesal Penal.

Apoyo del gremio literario
Para Gerardo Guinea Diez, Premio Nacional de Literatura 2009, la situación por la que atraviesa Figueroa Sarti es lamentable. “Ahí hay un atropello de las normas procesales del derecho, en el sentido de que, en primer instancia, tendría que haber resuelto por la vía civil y no por la vía penal. Esto es un juego medio absurdo que me recuerda al programa de La tremenda corte, sobre todo porque asistí a uno de los dos días de juicio y pude ver un proceso lleno de comicidades, en el que era evidente las formalidades cómicas de los abogados”, manifiesta Guinea Diez.
Pero no sólo la comunidad intelectual de escritores nacionales se ha pronunciado a favor del editor, pues uno de los pilares de la comunicación mundial contemporánea como Noam Chomsky o el premio Nobel de Literatura de 1998, José Saramago, tambien apoyan la causa de Figueroa Sarti.

Saramago publicó, el pasado 13 de agosto, en su blog El cuaderno de Saramago: “Cada día va quedando más claro que el problema de la justicia no es de la justicia, sino de los jueces. (...) Un caso típico de perversión juzgadora ha sucedido en Guatemala, donde Raúl Figueroa Sarti ha sido condenado. ¿Cuál fue el crimen de Figueroa? Haber publicado, a solicitud y con el conocimiento del autor, Mardo Arturo Escobar, una fotografía que fue insertada en un libro editado por F&G. A los jueces no les importó que el propio Escobar reconociera que le había entregado voluntariamente una fotografía a Figueroa. Sí les importó que el acusador fuese su colega: Mardo Arturo Escobar trabaja en el Cuarto Juicio de Sentencia Penal. Por lo visto, tenía razón aquel ya viejo juego de palabras entre Guatemala y Guatepeor”.
Figueroa Sarti, quien ayer dio una conferencia de prensa, pide que se revoque la sentencia, pues según él, “el Ministerio Público no hizo ninguna investigación para el caso”.

“Realizamos un trabajo de promoción cultural. La industria editorial en Guatemala no es negocio, sobre todo para editoriales que no estamos publicando autoayuda o textos escolares... esto puede llegar a destruir a una editorial como esta”, sentencia el editor.

La comunidad de escritores nacionales responde en pocas palabras a la pregunta: ¿Qué piensa de la situación de Raúl Figueroa Sarti?
Juan Pablo Dardón: Situación mezquina.
Philippe Hunzike: Circo oportunista.
Javier Payeras: Lamentable.
Luis Aceituno: Una situación absurda.
Raúl de la Horra: Una vergüenza más al volcán de vergüenzas de este país.
Luis Eduardo Rivera: Una aberración absoluta.
Andrés Zepeda: Sintomático.
Francisco Méndez: Una gran payasada.

Publicado en "Siglo XXI", 20 de agosto de 2009: http://www.sigloxxi.com/noticias/30439

Censura penal

Frank La Rue Lewy

Declaro que la sentencia condenatoria que emitió el Juzgado Séptimo de Sentencia Penal contra Raúl Figueroa Sarti en el proceso seguido por el Oficial de Tribunales Mardo Escobar y por el Ministerio Público, por el delito de violación a los derechos de autor, es claramente una violación a la libertad de expresión y un acto de intimidación a la Editorial F&G.

El hecho mismo, relativamente insignificante, lo constituye la utilización de una fotografía de Escobar para la portada de un libro publicado por la mencionada editorial, con lo cual supuestamente se violaban los derechos de autor.

Sin embargo, consta en el expediente del caso el testimonio de Escobar, quien manifiesta haber autorizado de palabra a Figueroa Sarti la utilización de dicha fotografía, por lo que la denuncia misma no tiene razón de ser. Además, Escobar inició una acción de carácter civil que fue desestimada, por lo que no se comprende por qué razón el Ministerio Público y el Tribunal Séptimo de Sentencia Penal le dieron tanta relevancia al hecho.

Sorprende que en un caso sin mayor fundamento, el Ministerio Público y el Tribunal de Séptimo de Sentencia Penal desplieguen tanta actividad y recursos humanos, cuando existen muchos casos de violencia que quedan en la impunidad. La única conclusión a la que se puede arribar es que el tema de la fotografía es una excusa y este proceso penal es realmente un mecanismo de intimidación contra una editorial que ha mantenido una trayectoria crítica y que ha hecho publicaciones sobre violaciones a los derechos humanos. Por consiguiente, esta intimidación constituye una violación al derecho a la libertad de expresión por parte del Estado de Guatemala, en particular del artículo 19 de la Declaración Universal de Derechos Humanos y los artículos 19 y 20 del Pacto Internacional sobre de Derechos Civiles y Políticos, de los cuales Guatemala es parte.

Uno de los principios fundamentales de la libertad de expresión es el de eliminar o reducir al mínimo la utilización del Derecho Penal para restringir o sancionar formas indebidas de expresión, en virtud de que el mecanismo penal puede fácilmente ser utilizado por parte de los Estados como una forma de censura o de persecución por las opiniones o para defender intereses económicos.

En virtud de lo anterior, creemos que el Estado de Guatemala debe corregir esta situación, y en particular la Sala de Apelaciones que conocerá del caso debe poner al descubierto los vicios de procedimiento, para corregirlos, pues constituyen un mal precedente para el país en materia de derechos humanos y libertad de expresión.

A Figueroa Sarti y personal de la Editorial F&G les manifiesto mi reconocimiento y apoyo en su lucha, como víctimas y como defensores de derechos humanos.

Finalmente hago un llamado al Estado de Guatemala, a su sistema de justicia y a toda la población, a reflexionar sobre estos hechos, para descubrir y evidenciar los verdaderos móviles que llevaron a este proceso y no permitir en el futuro que se utilicen acciones penales como actos de intimidación y censura.

En particular, al Ministerio Público cabe cuestionarle el porqué de la persecución sistemática de las radios comunitarias no autorizadas, cuando es incierto si se tipifica delito cuando todo el mundo sabe que la Ley de Telecomunicaciones no contempla un mecanismo para autorizar frecuencias a las organizaciones comunitarias.

Publicado en "Prensa Libre" del 20 de agosto de 2009: http://prensalibre.com/pl/2009/agosto/20/334309.html

lunes, 17 de agosto de 2009

Carta abierta al Fiscal General de la República de Guatemala


Señor Fiscal General:

1. Como seguramente es de su conocimiento el día 6 de agosto de 2009 el Tribunal Séptimo de Sentencia Penal, Narcoactividad y Delitos contra el Ambiente sentenció al prestigioso editor guatemalteco Raúl Figueroa Sarti a “UN AÑO DE PRISIÓN, conmutable a razón de VEINTICINCO QUETZALES diarios, la cual deberá cumplir en el centro de detención que señale el Juez de Ejecución correspondiente y una multa de CINCUENTA MIL QUETZALES...”
2. Tal sentencia fue el resultado de la acusación emprendida en contra de Raúl Figueroa Sarti por la Fiscalía de Sección de Delitos contra la Propiedad Intelectual del Ministerio Público, a raíz de una denuncia presentada por un comisario del Tribunal Cuarto de Sentencia Penal del Organismo Judicial, acerca del supuesto uso no autorizado de una fotografía en la portada de un libro.
3. La Fiscalía de Sección de Delitos contra la Propiedad Intelectual presentó la acusación sin haber realizado una profunda investigación del hecho, se negó a escuchar al señor Figueroa Sarti, y desestimó que el acusador aceptó enfrente del auxiliar fiscal haber autorizado “verbalmente, pero no por escrito” el uso de la fotografía en cuestión.

Los abajo firmantes acudimos a usted respetuosamente para solicitar lo siguiente:
1. Debido a que en el proceso seguido en contra del editor Raúl Arturo Figueroa Sarti se desnaturalizó el sistema acusatorio penal guatemalteco y a que el Ministerio Público no realizó ninguna investigación se solicita que: en segunda instancia el Ministerio Público solicite que se revoque la sentencia condenatoria y se absuelva a Raúl Figueroa Sarti.
2. Que de parte de la Supervisión General del Ministerio Público se realice una profunda investigación acerca de la actuación de los funcionarios del Ministerio Público involucrados en la acusación en contra de Raúl Figueroa Sarti.


1 Asociación de Escritores Sakerti (Guatemala)
2 Cámara Hondureña del Libro
3 Comité Flamenco en Solidaridad con Guatemala (Bélgica)
4 Committee for Human Rights, American Anthropological Association (Estados Unidos)
5 Convenio Municipal Herent (Flandes, Bélgica) con microregiones de Alta Verapaz (Bélgica)
6 Equipo de Estudios Comunitarios y Acción Psicosocial de Guatemala (ECAP)
7 Grupo Belga de Apoyo a la Justicia y la Paz en Guatemala (Bélgica)
8 Grupo de Apoyo Mutuo (Guatemala)
9 Incidencia Democrática (Guatemala)
10 Magna Terra Editores (Guatemala)
11 North American Congress on Latin America (Estados Unidos)
12 Programa interinstitucional de investigación Hacia una Historia de las Literaturas Centroamericanas, HILCAS-CONARE (Costa Rica) (Costa Rica)
13 Red Europea de Comités Oscar Romero
14 Seguridad en Democracia (SEDEM) (Guatemala)
15 Patsy Aldana (Guatemala-Canadá, editora)
16 Claribel Alegría (El Salvador)
17 Virgilio Alvarez Aragón (Guatemala)
18 Max Araujo (Guatemala)
19 Manlio Argueta (El Salvador)
20 Arturo Arias (Guatemala, Premio Nacional de Literatura)
21 Jaime Barrios Carrillo (Guatemala-Suecia)
22 Gustavo Berganza (Guatemala)
23 Margarita Carrera (Guatemala, Premio Nacional de Literatura)
24 Marta Casaús Arzú (Guatemala)
25 Julio Castellanos Cambranes (Guatemala)
26 Horacio Castellanos Moya (El Salvador)
27 Noam Chomsky (Estados Unidos)
28 Fernando Coronil (Estados Unidos)
29 Norma Cruz (Guatemala)
30 Elena Diez Pinto (Guatemala)
31 Daniel Divinsky (Argentina, editor)
32 Ariel Dorfman (Estados Unidos)
33 Kate Doyle (Estados Unidos, The National Security Archive)
34 Gutierrez Edgar (Guatemala)
35 Carolina Escobar Sarti (Guatemala)
36 Marco Antonio Flores (Guatemala, Premio Nacional de Literatura)
37 Francisco Goldman (Estados Unidos, escritor)
38 Gloria Guardia de Alfaro (Panamá, escritora, Académica de la Lengua)
39 Gerardo Guinea Diez (Guatemala, Premio Nacional de Literatura)
40 Susanne Jonas (Estados Unidos)
41 Tatiana Lobo Wiehoff (Costa Rica)
42 Jorge Luján (Guatemala)
43 Ana María Rodas (Guatemala, Premio Nacional de Literatura)
44 Lucrecia Méndez (Guatemala)
45 Marielos Monzón (Guatemala)
46 Francisco Morales Santos (Guatemala, Premio Nacional de Literatura)
47 Michael Ondaatje (Canadá)
48 Gustavo Porras Castejón (Guatemala)
49 Francisco Ralón Afre (Guatemala, Director de la Biblioteca Nacional)
50 Rodrigo Rey Rosa (Guatemala, Premio Nacional de Literatura)
51 Mario Roberto Morales (Guatemala, Premio Nacional de Literatura)
52 Ana Rossetti (España)
53 Arturo Taracena Arriola (Guatemala)
54 Edelberto Torres-Rivas (Guatemala)
55 Carolina Vasquez Araya (Guatemala)
56 Rony Abiú Chali (El Salvador)
57 Luis Aceituno (Guatemala)
58 Anabella Acevedo (Guatemala)
59 Miguel Angel Albizures (Guatemala)
60 Rolando Alecio (Guatemala)
61 Eugenia Almeida (Argentina, Escritora)
62 Luis Argueta (Estados Unidos-Guatemala)
63 Isolda Arita Melzer (Honduras)
64 Ricardo Bada (España-Alemania)
65 José Barnoya García (Guatemala)
66 Santiago Bastos (México)
67 Derrill Bazzy (Estados Unidos)
68 Araceli Burguete (México, CIESAS)
69 Ana Carlos (Guatemala)
70 Lorena Carrillo (México)
71 Rosina Cazali Escobar (Guatemala)
72 Aldo Civico (Estados Unidos)
73 Anamaría Cofiño Kepfer (Guatemala)
74 Mario Cordero (Guatemala)
75 Luis Cordón (Guatemala)
76 Beatriz Cortez (Estados Unidos)
77 Rafael Cuevas Molina (Costa Rica)
78 Raul De La Horra (Guatemala)
79 Ruth del Valle Cóbar (Guatemala)
80 Luis Díaz (Guatemala)
81 Roberto Díaz Castillo (Guatemala)
82 Roberto Díaz Gómar (Guatemala)
83 Sílvia Donoso López (España)
84 Maurice Echeverría (Guatemala)
85 Luis Eduardo Rivera (Francia)
86 Eduardo Enrique Sacayon (Guatemala, Director, Instituto de Estudios Interetnicos)
87 Dennis Escobar G. (Guatemala)
88 Jacinta Escudos (El Salvador)
89 Claudia Ferman (Estados Unidos, University of Richmond)
90 Francisco de Asis Fernandez (Nicaragua)
91 Lilian Fernández Hall (Suecia)
92 Víctor Ferrigno F. (Guatemala)
93 Carlos Figueroa Ibarra (Guatemala)
94 Pierre Fruhling (Suecia)
95 Patricia Fumero (Costa Rica, Universidad de Costa Rica)
96 Gloria Gabuardi (Nicaragua)
97 Ricardo Francisco Gatica Trejo (Guatemala)
98 Anabella Giracca (Guatemala)
99 Carmen González-Huguet (El Salvador)
100 Greg Grandin (Estados Unidos)
101 Valeria Grinberg Pla (Argentina-Estados Unidos)
102 Juan José Guerrero (Guatemala)
103 Rafael Gutiérrez (Guatemala)
104 Eduardo Halfon (Guatemala)
105 Jennifer Harbury (Estados Unidos)
106 Rosalinda Hernández Alarcón (México)
107 Iduvina Hernández Batres (Guatemala)
108 Miguel Huezo Mixco (El Salvador)
109 Juan José Hurtado Vega (Guatemala)
110 Gabriel Impaglione (Argentina , Escritor)
111 Werner Mackenbach (Alemania, Universidad de Potsdam)
112 José Manuel Chacón (Filóchofo) (Guatemala)
113 José Mejía (Guatemala)
114 Alan Mills (Guatemala)
115 Antonio Mobil (Guatemala)
116 Jonathan Moller (Estados Unidos)
117 Carlos Morales Monzón (Guatemala)
118 Antonio Mosquera Aguilar (Guatemala)
119 Javier Mosquera Saravia (Guatemala)
120 Giovanna Mulas (Italia, Escritora)
121 Víctor Muñoz (Guatemala)
122 Eleonora Muralles (Guatemala)
123 Vanessa Núñez Handal (El Salvador)
124 María Cristina Orive (Guatemala)
125 Tania Palencia Prado (Guatemala)
126 Javier Payeras (Guatemala)
127 Guillermo Paz Cárcamo (Guatemala)
128 Denise Phefunchal (Guatemala, escritora)
129 Mario Polanco (Guatemala)
130 Dina Posada (El Salvador-Guatemala)
131 Uriel Quesada (Costa Rica)
132 Mario René Matute (México, Escritor)
133 José Luis Rodríguez Pitti (Panamá)
134 Ingrid Roldan (Guatemala)
135 Eddy Roma (Guatemala)
136 Alexis Romay (Estados Unidos)
137 Ricardo Roque-Baldovinos (El Salvador, Universidad Centroamericana José Simeón Cañas)
138 Ricardo Rosales Román (Guatemala)
139 Anacristina Rossi (Costa Rica, Escritora)
140 Greg Ruggiero (Estados Unidos, Editor)
141 Francisco Ruiz Udiel (Nicaragua)
142 Rogelio Salazar de León (Guatemala)
143 Enrique Sam Colop (Guatemala)
144 Carlos Alberto Sarti Castañeda (Guatemala)
145 Barbara Schieber (Guatemala)
146 Haroldo Shetemul (Guatemala)
147 Jean-Marie Simon (Estados Unidos)
148 Sergio Tischler Visquerra (México)
149 Reetta Toivanen (Finlandia, Centre for Research on Ethnic Relations and Nationalism (CEREN))
150 Guadalupe Urbina Juárez (Costa Rica)
151 Eduardo Villatoro (Guatemala)
152 Richard Wilson (Estados Unidos)
153 Carol Zardetto (Guatemala)
154 Andrés Zepeda (Guatemala)
155 Violeta Alfaro de Carpio (Guatemala)
156 Jesús Alonso-Regalado (Estados Unidos, bibliotecario)
157 Luis Alvarenga (El Salvador)
158 Mario Bencastro (El Salvador)
159 Mildred Bolaños (Guatemala)
160 Alfredo Bonatti (Guatemala)
161 Gustavo Bracamonte (Guatemala)
162 Mario Alfonso Bravo (Guatemala)
163 Eva Brems (Bélgica, Centro de Derechos Humanos, Universidad de Gante)
164 Erik Camayd-Freixas (Estados Unidos)
165 Manuela Camus (México)
166 Carlos Castellanos (Estados Unidos, The Latin American Book Store, Ltd.)
167 Óscar Castillo Rojas (Costa Rica)
168 Giselle Corradi (Bélgica, Centro de Derechos Humanos, Universidad de Gante)
169 Roberta A. Culbertson (Estados Unidos)
170 Juan Pablo Dardón Pereira (Guatemala)
171 Emilio del Valle Escalante (Guatemala-Estados Unidos)
172 Martine Dewulf (Bélgica, Centro de Derechos Humanos, Universidad de Gante)
173 Ethel Garcia (Costa Rica)
174 Manuel Girón (Suiza)
175 Ernesto Godoy Dárdano (México)
176 Wingston González (Guatemala)
177 Edgar González (Guatemala)
178 Manuel Gonzalez Avila (Guatemala)
179 Hilda Edith González Muñoz (Guatemala)
180 Yves Haeck (Bélgica, Centro de Derechos Humanos, Universidad de Gante)
181 David Hernandez (El Salvador)
182 Philippe Hunziker (Guatemala)
183 Luis Felipe Irías Girón Perrone (Guatemala)
184 Revold Jens (Noruega, Coordinator Internacional, Escuela Superior de Pesca, Universidad de Tromsø)
185 Librería Claraluna (Costa Rica)
186 Carlos López (México)
187 Jorge Mario Argueta (Guatemala)
188 Nora Martinez (Guatemala)
189 Tito Medina (Canadá)
190 Amilcar Mendez Urizar (Guatemala)
191 Cé Mendizábal (Bolivia)
192 Marcie Mersky (Estados Unidos)
193 Georges Midré (Noruega, University of Tromsø)
194 Darrell Moen (Japón)
195 Nerissa Moran (Estados Unidos)
196 Roberto Oliva Alonzo (Guatemala)
197 Mayra Palencia Prado (Guatemala)
198 Camilo Perez (Estados Unidos)
199 J. Israel Pérez P. (Guatemala, Grupo de Escritores Chiquimultecos "Portalibros")
200 Bosse Persson (Guatemala)
201 Susana Reyes (El Salvador)
202 Úrsula Reyes (Guatemala)
203 Pilar Rivas Ducca (Costa Rica)
204 Luis Raúl Salvadó (Guatemala)
205 Preeti Sampat (India)
206 Valentina Santa Cruz (Guatemala)
207 Lynn M. Shirey (Estados Unidos)
208 Miguel González Moraga (Guatemala)
209 Alfredo Guerra Borges (Guatemala)
210 Ernesto Sitamul (Guatemala)
211 Mario Sosa (Guatemala)
212 Ramón Estuardo Urzúa Navas (Guatemala)
213 Vania Vargas (Guatemala)
214 Lieselotte Viaene (Bélgica, Centro de Derechos Humanos, Universidad de Gante)
215 Nicole Witt (Alemania)
216 Cristina Zeledón Mangel (Costa Rica)
217 Mary Jo Zeter (Estados Unidos)
218 Julie Abbott (Guatemala)
219 Atenea Acevedo (México)
220 Melanie Adrian (Estados Unidos)
221 Mario Aguilar Campollo (Guatemala)
222 Yolanda Aguilar Urízar (Guatemala)
223 Carlos Aguirre (Estados Unidos)
224 Kate Ahl (Inglaterra)
225 Luis Alarcón Fernández (Guatemala)
226 German Albornoz Pellecer (Guatemala)
227 Rosa María Alejos Barrientos (Guatemala)
228 Rosa María Alemán López (España)
229 Leonel Alvarado (Honduras-Nueva Zelandia)
230 Enrique Álvarez (Guatemala)
231 Esther Andradi (Alemania-Argentina)
232 Asale Angel-Ajani (Hong Kong, China)
233 Electa Arenal (Estados Unidos-México)
234 Elizabeth Arnold (Estados Unidos)
235 Alfonso Arrivillaga Cortés (Guatemala)
236 Nancy Arroyave (Guatemala)
237 Trilce Arroyo Palacios (España)
238 Lidda Stella Avila Merida (Guatemala)
239 Kajkoj Maximo Ba Tiul, Maya (Guatemala, antropólogo)
240 Natasha Bannan (Estados Unidos)
241 Ana María Barrera (Guatemala)
242 Teofilo Barrientos (Estados Unidos)
243 Averi Becque (Estados Unidos)
244 Suzanne Becque (Estados Unidos)
245 Phyllis Beech (Estados Unidos)
246 Michelle Bellino (Estados Unidos)
247 Nat T. Bender (Estados Unidos)
248 Hector Berenguer (Argentina, Coordinador de "Semana de las Letras y la Lectura" Rosario)
249 Alenka Bermúdez Mallol (Brasil)
250 Brenda Biddle (Estados Unidos, The Graduate Center of the City University New York)
251 Michael Blim (Estados Unidos, CUNY Graduate Center)
252 Erika Bliss (Estados Unidos)
253 Peter Bohmer (Estados Unidos, The Evergreen State College)
254 Marife Boix-Garcia (Alemania)
255 Pamela Bondy (Estados Unidos)
256 Michael Bosia (Estados Unidos)
257 Maury Botton (Estados Unidos)
258 Lydia Brassard (Estados Unidos)
259 Shaina Brassard (Estados Unidos-Bolivia)
260 Charles Brinkworth (Canadá)
261 Cheryl Brinkworth (Canadá)
262 Jessica Brinkworth (Canadá)
263 Julián Burgos (Guatemala)
264 Marylena Bustamante (México)
265 MaryEllen C. Cahill (Estados Unidos)
266 Dorian Caal (Estados Unidos)
267 Andrés Cabanas (Guatemala)
268 Carlos Cáceres Ruiz (México)
269 José Cal (Guatemala)
270 Luz Calanchina (Suiza)
271 Salvatore Calanchina (Suiza)
272 Bruce J. Calder (Estados Unidos, University of Illinois at Chicago)
273 Frederick Cano (Estados Unidos)
274 Hugo Cardona Castillo (Guatemala)
275 Douglas Carranza Mena (Estados Unidos)
276 Marie-Eve Carrier (Canadá)
277 José Domingo Carrillo (México)
278 Gail L. Caruso (Estados Unidos)
279 Alenka Castañeda (Guatemala)
280 Carmen Castilla (Guatemala)
281 Jorge Castrillón Castán (España)
282 Luz Marina Catú (Guatemala)
283 Corinne Caumartin (Inglaterra, University of Oxford)
284 Julio Ceren (Canadá)
285 Albino Chacón (Costa Rica, Universidad Nacional Autónoma de Honduras)
286 Harpreet K. Chahal (Estados Unidos)
287 Harpreet K. Chahal (Estados Unidos)
288 Vicente Chapero (Guatemala)
289 Kristen Cheney (Estados Unidos)
290 Christopher Chiappari (Estados Unidos)
291 Jeff Cohen (Estados Unidos)
292 Colectivo Clavel Rojo (Guatemala)
293 Stephen K. Comer (Estados Unidos)
294 Enrique Corral (Guatemala)
295 Risa Cromer (Estados Unidos)
296 Zoë Crossland (Estados Unidos)
297 Georgina Cullman (Estados Unidos)
298 Amanda Dalton (Estados Unidos)
299 Miriam Dardón de Mendez (Guatemala)
300 Yolanda B. de Aguilar (Guatemala)
301 Hilda Yolanda de De León (Guatemala)
302 Rebecca de Guzman (Estados Unidos)
303 Pablo de la Vega (México)
304 Francisco de León (Suecia)
305 Koen de Munter (Bélgica)
306 Theresa Delgadillo (Estados Unidos)
307 Eric Delson (Estados Unidos)
308 Roberta Delson (Estados Unidos)
309 Ellen DeRiso (Estados Unidos)
310 Ellen DeRiso (Estados Unidos)
311 Gabriela Desiderio Satriano (Uruguay)
312 Mariana Dietl (Argentina-Estados Unidos)
313 Linda Dittmar (Estados Unidos)
314 Anthony C. Dominiczak (Estados Unidos)
315 Holly Dranginis (Estados Unidos)
316 Jennifer Dudley (Estados Unidos)
317 Edgar Alfredo Durini Cárdenas (Guatemala)
318 Marc Edelman (Estados Unidos)
319 June Carolyn Erlick (Estados Unidos)
320 Nery Espinoza Quevedo (Canadá)
321 Brian Estes (Estados Unidos)
322 Georgina Estrada (Guatemala)
323 Claudia Estrada Cuevas (Guatemala)
324 Elda Eunice Díaz (Guatemala)
325 Phyllis Ewen (Estados Unidos)
326 Lesley Fallais (Inglaterra)
327 James Faris (Estados Unidos)
328 Aída Fernández Menegazzo (Guatemala)
329 Erin S. Finzer (Estados Unidos)
330 Carolyn Fisher (Estados Unidos)
331 Susan Fitzpatrick Behrens (Estados Unidos, California State University, Northridge)
332 Alcira Forero-Pena (Estados Unidos)
333 Brigittine M. French (Estados Unidos)
334 Regina Fuentes Oliva (Guatemala)
335 Egil Galindo (Guatemala)
336 Jorge Galindo (Guatemala)
337 Ethel García Buchard (Costa Rica, Universidad de Costa Rica)
338 Otoniel García Ramos (México)
339 Diana García Romero
340 Juanita Garciagodoy (Estados Unidos)
341 Byron Garoz (Guatemala)
342 Sean Garrett (Estados Unidos)
343 Kristine Gentry (Estados Unidos)
344 Christina Givey (Estados Unidos)
345 Michael Glenn (Estados Unidos)
346 Saygun Gokariksel (Turquía)
347 Antonio Gómez Castaño (Guatemala)
348 Ruben Gonzales (Estados Unidos)
349 Pablo González (Guatemala-Irlanda)
350 Wilfredo González (Guatemala)
351 Kevin A. Gould (Canadá)
352 David Gow (Estados Unidos)
353 Anthony T. Grafton (Estados Unidos)
354 Helen Graham (Inglaterra)
355 Liza Grandia (Estados Unidos)
356 Linda Green (Estados Unidos)
357 Xavier Guillamet Torres (España)
358 Coralia Gutiérrez Álvarez (México)
359 Matthew Gutmann (Estados Unidos)
360 Gabriel Guzmán Morán (Guatemala)
361 Murphy Halliburton (Estados Unidos, Queens College and the Graduate Center)
362 Sally Haslanger (Estados Unidos, Massachusetts Institute of Technology)
363 Anna Haughton (Grecia)
364 Markus Heide (Alemania)
365 Michael Helm (Canadá)
366 Stefan Helmreich (Estados Unidos)
367 Mercedes Hernandez (España)
368 Rodolfo Hernandez (Canadá)
369 Mildred Hernández (Guatemala, Escritora)
370 Rony Hernández (Guatemala)
371 Ana Eugenia Hernández Alvarado (Guatemala)
372 Brenda Hernández Batres (Guatemala)
373 Georgina Hernández Batres (Guatemala)
374 Rosalva Aida Hernández Castillo (México)
375 Mauricio Herrera Ulloa (Costa Rica, Periodista)
376 Brian Hill (Estados Unidos)
377 Ayesha Y. Hinedi (Estados Unidos)
378 Jennifer Hodgson (Estados Unidos)
379 Larisa Honey (Estados Unidos)
380 Rex Honey (Estados Unidos)
381 Lien Ingrid Hovda (Noruega, Universitetet i Tromsø)
382 Hsuan Hsu (Estados Unidos)
383 Martha K. Huggins (Estados Unidos)
384 Sharon Hunter-Smith (Estados Unidos)
385 Laura Hurtado (Guatemala)
386 Leonor Hurtado (Guatemala)
387 Salman Hussain (Estados Unidos, The Graduate Center, The City University of New York)
388 Bobbie Lynn Hutchins (Guatemala)
389 Riina Isotalo (Finlandia)
390 Jean E. Jackson (Estados Unidos)
391 Meena Jagannath (Estados Unidos)
392 Carwil James (Estados Unidos)
393 Lisa C. Jantzen (Estados Unidos)
394 Myriam Jimeno (Colombia, Universidad Nacional de Colombia)
395 Aidan Johnston (Estados Unidos)
396 Barbara Rose Johnston (Estados Unidos)
397 Adam Jones (Estados Unidos)
398 Ulises Juárez Polanco (Nicaragua, Escritor y editor)
399 Susana Kaiser (Estados Unidos)
400 Louis Kampf (Estados Unidos)
401 Terry Karl (Estados Unidos)
402 Aaron Kendall (Estados Unidos)
403 Andy Klatt (Estados Unidos)
404 Joan Kleard (Guatemala)
405 Ray Klimek (Estados Unidos)
406 Elric Kline (Estados Unidos)
407 Lisa Maya Knauer (Estados Unidos, University of Massachusetts Dartmouth)
408 Betsy Konefal (Estados Unidos)
409 María L. Lagos (Argentina)
410 Nicole Laborde (Estados Unidos)
411 Francois Lartigue (Francia, Profesor)
412 Giulianna Laurent Caire (México)
413 Elizabeth Lawson (Estados Unidos)
414 Tina Lee (Estados Unidos)
415 Louise D. Lennihan (Estados Unidos)
416 Patricio Lerzundi (Chile-Estados Unidos)
417 Eva Lewis (Estados Unidos)
418 Hector Leyva (Honduras, Universidad Nacional Autónoma de Honduras)
419 Bruce Lincoln (Estados Unidos)
420 Lisa Lincoln (Estados Unidos)
421 Louise Lincoln (Estados Unidos)
422 Martha Lincoln (Estados Unidos)
423 Max Lizano
424 Román Loera (México)
425 Carlos D. Londono Sulkin (Canadá)
426 Julie López (Guatemala)
427 Yan Yanin López (Guatemala)
428 Carlos E. Lopez García
429 Oscar A. López Rivera (Guatemala)
430 Francisco Javier Lozano González (España)
431 Arthur MacEwan (Estados Unidos)
432 José María Magaña Juárez (Guatemala)
433 Sheila Malcolm (Estados Unidos, Denver Justice & Peace Committee)
434 Simon Manfield (Inglaterra)
435 Fernando Marcos (Guatemala)
436 María Mariotti (Suiza)
437 Philippe Marius (Estados Unidos)
438 Mario Rodolfo Marroquin Krings (Guatemala)
439 María Estela Matamoros (Guatemala)
440 Ana María Matutte (Guatemala)
441 Manissa McCleave Maharawal (Estados Unidos)
442 Carole Anne McGranahan (Estados Unidos)
443 Tammy McJannet (Canadá)
444 Rosa Medina Doménech (España, Instituto Paz y Conflictos)
445 Jenifer Meeks (Estados Unidos)
446 Joan P. Mencher (Estados Unidos)
447 Ana Maria Mendez (Guatemala)
448 Rocío Mendez (Guatemala)
449 Luz Méndez (Guatemala)
450 Ana María Méndez Dardón (Guatemala)
451 Julio Mendívil (Alemania)
452 Blanca Mendoza (Estados Unidos)
453 Ovidio Meneses (Guatemala)
454 Cecilia Menjivar (Estados Unidos)
455 René Efraín Mérida Alonzo (Guatemala)
456 Brent Ernesto Metz (Estados Unidos)
457 Joel Meyer (Estados Unidos)
458 James A. Miller (Estados Unidos)
459 Mario Minera (Guatemala)
460 Kurt F. Miron (Estados Unidos)
461 María José Mobil (Guatemala)
462 Jerry Moles (Estados Unidos)
463 Heidi Elizabeth Molina Arana (Guatemala)
464 Lucrecia Molina Theissen (Costa Rica)
465 Alvaro Montenegro Muralles (Guatemala)
466 Eleonora Montenegro Muralles (Guatemala)
467 Alvaro Montenegro Valladares (Guatemala)
468 Fernando Montero Castrillo (Costa Rica)
469 José Antonio Montufar Chinchilla (Guatemala)
470 Waldemar Monzon Ortigozza (Canadá)
471 Ximena Morales (Suiza)
472 Andrea Morrell (Estados Unidos)
473 Miguel Mörth (Guatemala)
474 Sandra Muralles (Guatemala)
475 Jeff Murray (Estados Unidos)
476 Carole Nagengast (Estados Unidos)
477 Reina Esther Nájera
478 Juan José Narciso Chúa (Estados Unidos)
479 Catherine Nolin (Canadá)
480 Elizabeth Oglesby (Estados Unidos)
481 Richard Ohmann (Estados Unidos)
482 Karina Oliva-Alvarado (Estados Unidos, President's Postdoctoral Fellow, English Dept., UCLA)
483 Krisjon Olson (Estados Unidos)
484 Alexandra Ortiz Wallner (Alemania)
485 Flor Edilma Osorio (Colombia)
486 Miguel Angel Oxlaj Cúmez (Guatemala, Escritor)
487 Héctor E. Palacios (Guatemala)
488 Silvia Palacios Ucelay (España)
489 Fredy Paz (Guatemala)
490 Carmen Paz de Meneses (Guatemala)
491 Elena Paz y Paz (Guatemala)
492 Carol E. Pearson (Estados Unidos, North Dakota State University)
493 Helen Pearson (Inglaterra)
494 Jeri Pearson (Estados Unidos)
495 David Peck (España)
496 Denise Peine (Estados Unidos)
497 Kirrily Pells (Inglaterra)
498 Anne Percoco (Estados Unidos)
499 Marvyn Pérez (Estados Unidos)
500 Oscar Pérez (Finlandia)
501 Yansi Pérez (Estados Unidos)
502 Magdalena Perkowska (Polonia-Estados Unidos)
503 Ignacia Perugorría (Estados Unidos)
504 Gretchen Pierce (Estados Unidos, Shippensburg University)
505 Gabriel Alfredo Piloña Ortiz (Guatemala)
506 Adrienne Pine (Estados Unidos)
507 Claudia G. Pineda (Estados Unidos)
508 Judith Pineda Aldana (Guatemala)
509 Michael Polson (Estados Unidos)
510 Beatriz Ponce de León Cubillas (México)
511 Deborah Poole (Estados Unidos, Johns Hopkins University)
512 Catherine Poupeney Hart (Canadá)
513 Ryan Raaum (Estados Unidos)
514 Dinah Rajak (Inglaterra)
515 Cathy A. Rakowski (Estados Unidos)
516 Elliette Ramírez (Costa Rica)
517 Mirna Lilian Ramírez Pérez (Guatemala)
518 Dylan Ramshaw (Canadá)
519 Joanne Rappaport (Estados Unidos)
520 Margery Resnick (Estados Unidos)
521 Marco Valerio Reyes Cifuentes (Guatemala)
522 Anantonia Reyes Prado (Guatemala)
523 Verónica Ríos Quesada
524 Vivian Rivas (Estados Unidos)
525 Amelia Rivaud-Morayta
526 José Domingo Rizzo Leal (Estados Unidos)
527 T. Robben (Holanda)
528 Jorge M. Rodriguez (Canadá)
529 Ricardo Rosales Román (Guatemala)
530 Frances Rothstein (Estados Unidos)
531 Verónica Ruiz Lagier (México)
532 Juan Carlos Ruiz Morales (Guatemala)
533 Miriam Ruiz Mendoza (México)
534 Christa Salamandra (Estados Unidos, Lehman College, City University of New York)
535 Luis Raúl Salvadó (Guatemala)
536 Claudia Samayoa (Guatemala)
537 Roberto M. Samayoa Ochoa (Guatemala)
538 Marta Sandoval (Guatemala)
539 Jorge Santos Contreras (Guatemala)
540 Juan Carlos Sarazúa (Guatemala)
541 Carla E. Sarti Hernández (Guatemala)
542 Raúl Arturo Sarti Ruiz (Guatemala)
543 Russell Schimmer (Estados Unidos)
544 Robin Schneider (Estados Unidos)
545 David Seiter (Estados Unidos)
546 Linda J. Seligmann (Estados Unidos)
547 Laura Shank (Estados Unidos)
548 Beth Shrader (Estados Unidos)
549 James Shuford (Estados Unidos)
550 Anabella Sibrián (Guatemala)
551 Tim Sieber (Estados Unidos, University of Massachusetts Boston)
552 Rachel Sieder (México, CIESAS)
553 Irina Carlota Silber (Estados Unidos)
554 Julie Skurski (Estados Unidos)
555 Corinne Smith (Estados Unidos)
556 Corinne Smith (Estados Unidos)
557 Fernando Soto Tock (Guatemala)
558 Leslie E. Sponsel (Estados Unidos)
559 Rachel Sponzo (Estados Unidos)
560 Amy Starecheski (Estados Unidos)
561 Sophie Statzel (Estados Unidos)
562 Vincent H. Stefan (Estados Unidos)
563 Keegan James Stephan (Estados Unidos)
564 Lynn Stephen (Estados Unidos)
565 Jonathan Stillo (Estados Unidos, City University of New York Graduate Center)
566 Dan Stone (Inglaterra)
567 Steve Striffler (Estados Unidos)
568 Aoibheann Sweeney (Estados Unidos)
569 Maki Tanaka (Estados Unidos, UC Berkeley)
570 Clark Taylor (Estados Unidos)
571 Christy Thornton (Estados Unidos)
572 Byron Titus (Estados Unidos)
573 Edelberto Torres Escobar (Guatemala)
574 Julio Torres-Recinos (Canadá-El Salvador)
575 Javier Treviño
576 Joseph Troyer (Estados Unidos)
577 Kathryn Troyer (Estados Unidos)
578 Terence Turner (Estados Unidos)
579 Fernando Valdez (Guatemala)
580 Eugenia Valdez Gutiérrez (Guatemala)
581 Andrea Valenzuela (Chile)
582 Guillermo Valero Rojas (España)
583 Luis Rafael Valladares Vielman (Guatemala)
584 Melinda Van Slyke (Estados Unidos)
585 Pablo Vasquez Matias
586 Katherine Verdery (Estados Unidos)
587 Carlos Vielmann (Guatemala)
588 Analia Villagra (Estados Unidos)
589 Tony Villeda (Costa Rica)
590 Maria Amelia Viteri (Ecuador-Estados Unidos, Catholic University of America)
591 Heather Ashley Vrana (Estados Unidos)
592 Elizabeth Wahl (Estados Unidos)
593 Alan Curtis Wands (Estados Unidos)
594 John Warner (Estados Unidos)
595 Meredith Weiss (Estados Unidos)
596 Charlotte Whalen (Estados Unidos)
597 Katherine F. Wheeler (Estados Unidos)
598 John Willis (Estados Unidos)
599 Sonja Wolf (México)
600 Sydney Vernon Wynne (Estados Unidos)
601 Deborah J. Yashar (Estados Unidos)
602 Megan Ybarra (Estados Unidos, Universidad de California - Berkeley)
603 Amy Elizabeth Young (Estados Unidos, Gettysburg College)
604 Melissa Zavala (Estados Unidos)
605 Marc Zimmerman (Estados Unidos)
606 Gil Zu (Guatemala)

Una sentencia que no termina de convencer a los involucrados


Agustín Ortiz

Raúl Figueroa Sarti, editor, asegura que la condena en su contra no tiene fundamento.

Mardo Arturo Escobar, quien también se hace llamar Mardo Escobar o Mardoqueo Escobar, ganó notoriedad, luego que un tribunal condenara a Raúl Figueroa Sarti, gerente de F&G Editores, por el delito de violación al derecho de autor.

Todo empezó cuando Mardo interpuso la denuncia contra Figueroa, acusándolo de “reproducir, publicar y mutilar” sin su consentimiento, una imagen de su propiedad que apareció en la portada del libro Cualquier forma de Morir, de Rafael Menjívar Ochoa.

Figueroa recuerda que Escobar llegó a F&G Editores, le mostró unas fotos que quería imprimir, le explicó que la casa editora no era una empresa fotográfica, pero que “podría estar interesado en alguna fotografía” para utilizarla en la portada de un libro. “Él aceptó y hasta se contentó; fue un acuerdo verbal, de ahí que tiene su crédito”, agrega.

Escobar asegura que sólo dejó el CD con los retratos para que Figueroa las viera y si le interesaba alguna que le “avisara”, lo que nunca sucedió, pues se enteró al ver el texto en vitrina.

Figueroa, por su parte, asegura que Escobar “mintió en su alegato al afirmar que supo del uso de las fotos cuando vio el libro en una vitrina”. Presentó documentos que indican que el 4 de diciembre de 2006, éste recibió dos ejemplares de la obra, y otros dos el 29 de enero de 2007.
“Reprodujo, publicó y mutiló sin mi consentimiento una fotografía de mi propiedad que apareció en la portada del libro titulado Cualquier forma de morir, y por ello inicié las acciones de tipo legal”.
Mardo Escobar, denunciante.
“Escobar mintió al afirmar que supo del uso de las fotos cuando vio el libro en una vitrina, yo presenté documentos que indican que el 4 de diciembre de 2006, él recibió dos ejemplares del libro”.
Raúl Figueroa Sarti, editor.

Escobar sostiene que los libros le fueron enviados después de verlos en la vitrina; pero Figueroa Sarti afirma que los recibió antes y que luego de la presentación del mismo llegó a la sede F&G Editores, para que el autor autografiara dos de los documentos que había recibido.

El 6 de agosto de 2009, el Tribunal Séptimo de Sentencia, integrado por Rosa María López Yumán, Magda Elizabeth Pérez y José Gilberto Castro, condenaron a Figueroa a un año de cárcel conmutable a razón de Q25 diarios, pago de costas procesales y una multa de Q50 mil.

El Tribunal, en el mismo fallo, suspende por dos años la pena, pero le condena al pago de las costas procesales. “Eso no quiere decir que la pena esté perdonada; sigue vigente, lo que se cancela es el cumplimiento”, explica el abogado penalista Byron Berganza.`

Figueroa cree que hubo “tráfico de influencia” detrás de la condena, pues el Tribunal utilizó en su contra, parte de las pruebas testimoniales presentadas por él, cuando las mismas, aplicando la lógica similar, también le daban sustento a su defensa. “Existe mala fe, lo que pretenden es dañar mi reputación y el prestigio de F&G Editores”, reitera.

Contradicciones de Escobar

Escobar asegura que se dedica a la realización y toma de fotografía artística. En la vida real es oficial auxiliar en el Tribunal Cuarto de Sentencia Penal, en su cédula de vecindad se declara “estudiante”.

Dice que “mostró” las fotos a Figueroa en agosto de 2006. En entrevista a este matutino dice que fue en junio, en la sentencia se consigna marzo de 2007.

Afirma que la foto publicada por Figueroa en la portada del libro es parte de “una colección especial, integrada por una fotografía”. La sentencia habla de un “álbum que contiene ocho fotografías elaboradas por Byron Waldemar Pinto, del Ministerio Público”.

No especifica fecha en que vio la fotografía “en una vitrina”; habla de “inicios de diciembre de 2006”. Figueroa entregó ejemplares del libro el 4 de diciembre de 2006.

Publicado en "Diario de Centro América", 17 de agosto de 2006: http://www.dca.gob.gt/nacional2.html

domingo, 16 de agosto de 2009

UCHA’XIK: Viaje a Cobán

Sam Colop

Estimado lector, disculpe la impertinencia, pero no me puedo quedar con esto. La semana pasada fui a la extensión de la Universidad Rafael Landívar en San Juan Chamelco, y tal vez lo más interesante fue la compañía de mi señor padre que, a sus casi 80 años, se le ocurre subirse al quiosco del parque central de Cobán a eso de las 10 de la noche. Ese quiosco no tiene baranda, y cualquiera se puede venir abajo. La luna estaba rebosante, y la amiga que nos recibió dijo: “No solo ustedes en Xela tienen una luna así”. Afortunadamente, mi sobrina y mi cuñada lo fueron ayudar para bajar. Fue emocionante para mí ver a mi papá, a esa edad, con la juventud que otros tal vez ya no tenemos. Al día siguiente fuimos invitados a visitar un altar maya por un amigo a quien considero el único ajq’ij a quien tomo en serio, y mi señor padre se sintió identificado con el lugar. Este amigo incluso nos regaló unas frutas que yo no conocía y son equivalentes al aguacate. La visita a su altar me revivió el ánimo y pude ver los distintos copales, aunque él no se dio cuenta.

Otro punto interesante fue que la mañana del sábado último, durante la conferencia, hubo una audiencia respetable de estudiantes, y después de más de una hora de haber hablado, me permití hacer una broma al decir que “ahí dejaba de hablar, porque mi hermano estaba presente, y él ya ha de estar aburrido de escuchar lo mismo”, eso provocó un carcajada colectiva. Las preguntas de los estudiantes de la Landívar se extendieron por un buen tiempo, y fue satisfactorio por el interés sobre el libro. Incluso después de terminada la reunión algunos se acercaron para hacer preguntas personales. Eso fue estimulante al ver el interés de estos jóvenes. Después llegó un camarógrafo de cable local a hacer una entrevista que no he visto. Por la tarde, hubo otra reunión con profesionales de la educación bilingüe, y el proceso siguió con una serie de preguntas, lo cual continuó con la misma dinámica de la mañana. Como me preguntó un profesor de la URL: “¿Cómo aguanta hablar tanto del mismo tema?”, a lo que le contesté: “Es que me apasiona”. De hecho me pasé casi todo el día hablando del tema. Ya quisiera ver yo el interés de los k’iche’es por este asunto, pero eso es esperar demasiado. Después de la presentación en la Academia de Geografía e Historia de Guatemala, seguramente esta ha sido una de los mejores intercambios académicos. Tal vez la última será en Panajachel.

PA UKAB Q’IJ xujbelo lo pa wakatem, k’ate k’u ri’ xujtxijik. Kinmatioxij che nuchaq’ che nutat rumal che xebe’ wuk’. Jas ri xintzibaj pa kaxlan tzij wa’ lo ri’, ri xk’ulmataj wuwuqix are ne lo ukab chi rij ri xbanataj pa ri Academia de Geografía e Historia. E k’i alaj alabom, alitomab xe’oponik. Pa xeqal junam chik.

PA JUN CHOLAJ CHIK: Volviendo a la realidad, y sin conocer muy bien a Raúl Figueroa Sarti, me parece un ataque a la libertad de expresión el juicio seguido en su contra. Si un editor de los pocos que existen en el país es enjuiciado de esa manera y que el sistema de justicia actúa en jauría para atacarlo, ¿cómo vamos a salir de la incultura? ¿Qué pretenden estos jueces serviles? Indigna pensar que en esos casos sí funciona la in-justicia, pero en contra de los policías y cómplices del narcotráfico no sucede nada. Pareciera que esos socios de la justicia tienen más libertad que la de un editor, cuya única culpa fue haber publicado una foto con autorización verbal de un desconocido fotógrafo. No hay derecho, y me solidarizo con Figueroa Sarti, como lo están haciendo otros conocidos columnistas.

Publicado en "Prensa Libre", 15 de agosto de 2009: http://prensalibre.com/pl/2009/agosto/15/331765.html

TRAGALUZ: ¿QUIÉN ESTÁ DETRÁS DE MARDO ESCOBAR?

Jaime Barrios Carrillo
buzon21@sigloxxi.com


Este caso exige una investigación, y los incriminados deben ser denunciados en la Corte Suprema.


Nada más se supo que Raúl Figueroa Sarti había sido condenado a un año de prisión y al pago de Q50 mil de multa a raíz de una acusación por usurpación de derechos de autor presentada a los Tribunales por Mardo Escobar, proliferaron las voces ciudadanas criticando el resultado del juicio.

Y no es para menos; se trata de un editor destacado, ex presidente de la Gremial de Libreros y fundador de la Feria del Libro Filgua, y el hombre que ha luchado por liberar la importación de libros de absurdos impuestos. Publicar y leer, siempre han encontrado obstáculos en Guatemala.

Pero ¿será una nueva falla de un desacreditado sistema judicial que permite derrochar recursos en procesos viciados? ¿O habrá razones más oscuras, más terribles y condenables? No olvidemos que Figueroa Sarti denunció desde el prin-cipio la extorsión y los acosos.

Podríamos hacer una analogía de lo nefasto, por lo que pueda haber detrás de Mardo Escobar: así como las maras im-punemente extorsionan a empresarios y autobuseros, de manera análoga habría una mara de licenciosos que hacen “su agosto” con ciudadanos a quienes logran fácilmente llevar a juicio, amparados en sus funciones dentro del sistema judicial.

No puede creerse que Mardo Escobar haya actuado por mera inmadurez o llevado por una codicia insensata. Este señor resultó ser un Comisario de Tribunales y no un fotógrafo supuestamente engañado. Y los colegas de Escobar, las juezas Rosa María López Yumán, Magda Elizabeth Pérez Arana y el juez José Gilberto Castro Linares, al emitir tan injusta y desproporcionada sentencia han entrado al ojo de la sospecha ciudadana. Porque mientras la impunidad campea, estos licenciados se dedican a juzgar y condenar a un hombre limpio y ejemplar. ¿Cuáles serán las verdaderas razones de semejante atropello “judicial”?

Bastaría con darse una vuelta por la Sexta Avenida, para percatarse de los miles de discos, películas DVD y otras mercaderías, que descaradamente violan los derechos de autor, por tratarse de copias piratas. Pero en la Sexta no pasa nada, porque vaya usted a saber quién está detrás.

En Guatemala ya todo parece posible, menos la justicia. Los policías muerden la seguridad, los jueces se hartan de injusticia y los políticos destazan la “res pública”.

¿Será algo realmente turbio lo que mueve a Mardo Escobar? ¿O es un peón en el ajedrez oculto de la corrupción al servicio de poderes fácticos?. Este caso exige una investigación, y los jueces y funcionarios incriminados deben ser denunciados en la Corte Suprema. También debe presentarse el caso en la Procuraduría de los Derechos Humanos, por el acoso que Figueroa Sarti ha denunciado por las publicaciones de su editorial relacionadas con violaciones a los derechos humanos.
Raúl es inocente y no debe ir a la cárcel, son otros los que deberían estar en el bote. Es hora de fiscalizar a los fiscales, juzgar a los que juzgan criminalmente, descubrir y evidenciar las trampas, los chantajes, los abusos.

Publicado en "Siglo XXI", 16 de agosto de 2009: http://www.sigloxxi.com/opinion/6406

TIEMPO Y DESTINO: Un juez imparcial (I)

Luis Morales Chúa

El editor guatemalteco Raúl Figueroa Sarti fue condenado a un año de prisión conmutable y a pagar Q50 mil por haber publicado en la portada de un libro la fotografía de un perro, lo cual hizo, según las publicaciones que he leído, con el consentimiento verbal del fotógrafo, quien es oficial de un tribunal de justicia.

Desde mi punto de vista, se trata de una resolución que debe ser revocada en una instancia superior. Figueroa Sarti es un ciudadano que no procedería en contra de la ley, usando inconsultamente una fotografía ajena. Su formación académica y profesional se lo impide; él estudió análisis de datos, aplicado a las ciencias sociales, en la Universidad de Essex, Inglaterra; en Madrid, España, trabajó para el Instituto de Relaciones Europeo Latinoamericanas y, en Costa Rica, para la Facultad Latinoamericana de Ciencias Políticas. Es, además, editor de la más difundida versión oficial del Código Procesal Penal de Guatemala, concordado, y anotado, con la jurisprudencia constitucional.

No conozco al acusador y no me permitiré hacer contra él, ni contra el tribunal, señalamientos que yo no pueda probar, pero intuyo que en la tramitación del caso, tal como sostienen los defensores de Figueroa, pudo darse un error en la apreciación de la prueba, o una falta de imparcialidad judicial, lo cual sería una trágica ironía, porque el código citado presenta como uno de sus elevados principios la necesidad de que la justicia sea impartida por jueces imparciales, tanto que el libro se abre con una lección de ecuanimidad que la mayoría de juzgadores sabe de memoria. Dice así:

“Este magistrado —Itakura Sihheidé— tenía la costumbre de presidir su tribunal escondido detrás de un biombo, y de moler té durante las audiencias. ¿Por qué haces eso? —preguntole un día el daimio —samurai de rango superior, antiguo señor feudal japonés—. Y el buen juez le contestó: “La razón que tengo para oír las causas sin ver a los acusados es que hay en el mundo simpatías, y que ciertas caras inspiran confianza y otras no; y viéndolas, estamos expuestos a creer que la palabra del hombre que tiene rostro honrado es honrada, mientras la palabra del que tiene rostro antipático no lo es. Y esto es tan cierto, que antes que abran la boca los testigos, ya decimos al verlos: este es un malvado; éste es un buen hombre.

Pero luego, durante el proceso, se descubre que muchos de los que nos causan mala impresión son dignos de cariño, y, al contrario, muchos de los agradables son inmundos. Por otra parte, yo sé que aparecer ante la justicia, aun cuando se es inocente, resulta una cosa terrible. Hay personas que, viéndose frente al hombre que tiene entre sus manos su suerte, pierden toda energía y no pueden defenderse, y parecen culpables sin serlo.

El daimio exclamó: Muy bien, pero, ¿por qué te entretienes en moler té? Por esto que voy a responderte —murmuró el juez—, y le dijo: Lo más indispensable para juzgar es no permitir a la emoción dominarnos: un hombre de verdad bueno y no débil, no debe nunca emocionarse; pero yo no he logrado tanta perfección, y así, para asegurarme que mi corazón está tranquilo, el medio que he encontrado es moler té. Cuando mi pecho está firme y tranquilo, mi mano también lo está, y el molino va suavemente, y el té sale bien molido; pero, en cambio, cuando veo salir el té mal molido, me guardo de sentenciar”. (Enrique Gómez Carrillo. El Japón heroico y galante).

Y yo creo que el proceso contra el editor Figueroa Sarti es un té mal molido, que la justicia nuestra no podrá tragar.

Ojalá —y lo digo con todo respeto por la independencia funcional de los jueces— el error sea corregido en una instancia superior. El Ministerio Público puede contribuir a ello.

Publicado en "Prensa Libre", 16 de agosto de 2009: http://prensalibre.com/pl/2009/agosto/16/332920.html

sábado, 15 de agosto de 2009

EL QUINTO PATIO: Sospechosa eficiencia

Carolina Vásquez Araya

La condena contra el editor Raúl Figueroa Sarti no es casual. Nunca en la historia de la justicia local —al menos no en lo que toca a las actuaciones del Ministerio Público— se había visto tal celeridad y eficiencia en emitir una sentencia de culpabilidad, basada en el sospechoso reclamo de una indemnización por daños y perjuicios. Por lo tanto, es muy probable que su juicio se haya consumado como respuesta a la intervención de algunos sectores interesados en colocar una mordaza definitiva a una de las editoriales más dinámicas del país.

La labor de Figueroa Sarti como presidente de la Gremial de Editores y su perseverancia en la labor de divulgar importantes obras de autores nacionales e internacionales no puede haber pasado inadvertida para quienes intentan mantener a la sociedad en un conveniente oscurantismo. La celeridad de la acción del Ministerio Público, cuyo promedio de eficiencia se ha mantenido entre un 4 y un 6 por ciento, no deja mucho espacio a dudar de la intervención de terceros en esta extraña misión.

El acoso judicial del cual es víctima Raúl Figueroa Sarti resulta todavía más irónico cuando se echa una mirada al catálogo de su casa editora, abundante en obras sobre derecho, análisis de la historia, investigaciones de carácter sociológico, literatura y poesía. Es decir, un retrato completo de la realidad actual de Guatemala y del mundo que la rodea, pero sobre todo en el ámbito de la justicia, una de las grandes debilidades de Guatemala.

El éxito de esta editorial, sin duda, habrá incomodado a muchos interesados en convertir el ejercicio intelectual en un acto de subversión. Durante generaciones se ha intentado mantener el control sobre el pensamiento colectivo y sobre la información a la cual las personas puedan tener acceso. La estrategia ha sido tan efectiva como para abortar hasta las iniciativas de alfabetización masiva para no propiciar la insubordinación de los campesinos y de la población indígena.

Por eso, quienes respaldamos a Figueroa en esta lucha contra el abuso de poder, lo hacemos también por nosotros mismos. Porque en esta persecución contra la intelectualidad, contra el conocimiento y la inteligencia, perdemos todos. Las obras editadas por F&G Editores constituyen un aporte significativo al estudio de la historia pasada y reciente de Guatemala, y su catálogo de autores tiene el sello de la libertad de pensamiento, aunada a un sólido nivel de excelencia. Quizás sea ese el gran crimen por el cual se castiga al editor: poner al alcance de todos temas de discusión, de análisis y de esclarecimiento de una realidad que muy pocos han tenido el privilegio de conocer a fondo.

elquintopatio@gmail.com

Publicado en "Prensa Libre", 15 de agosto de 2009: http://prensalibre.com/pl/2009/agosto/15/331760.html

ALEPH: Raúl no está solo

Carolina Escobar Sarti

Hace exactamente dos semanas escribía, en este mismo espacio, un artículo titulado “Crónica de una Extorsión”. Para mí, ciudadana medianamente informada, parecía tan lógica la salida del caso del editor Raúl Figueroa por la vía de la justicia, que realmente la intención era más retratar una realidad, que denunciar un caso para urgir justicia. Pero en Guatemala es fácil pecar, una y otra vez, de inocencia; luego de la sentencia que le dieron a Raúl, lo único que me quedó claro, es que nuestro sistema de justicia está arrodillado y es el símbolo perfecto del absurdo humano.

Aquí los grandes casos de genocidio, homicidio, robo o corrupción no son tratados con la presteza que fue tratado este caso enano.

Al editor, por una denuncia en el ramo de lo civil —un pseudofotógrafo lo acusó del uso de una de sus fotos en la portada de un libro, habiendo él dado la autorización para ello y reconociéndolo posteriormente en los juicios—, le dieron una pena de un año de cárcel y Q50 mil, conmutables a Q25 diarios, transformándolo en un caso penal. Pero además de ello, desestimaron el testimonio del editor y sus testigos, usando sólo la parte que les interesaba a los “jueces” para decir que la foto sí se había usado en el citado texto.

Bien dice sobre este caso el famoso escritor José Saramago: “Cada día va quedando más claro en todo el mundo que el problema de la justicia no es de la justicia, sino de los jueces. La justicia está en las leyes, en los códigos, luego debería ser fácil aplicarla. Bastaría saber leer, entender lo que está escrito, escuchar de manera imparcial las alegaciones del acusador y del acusado, los testimonios, si los hubiere, y finalmente, en conciencia, juzgar.

La corrupción tiene mil caras y la peor de todas, en este asunto, tal vez sea, a favor o en contra, la naturaleza de la relación entre quien juzga y quien es juzgado. Un caso típico de perversión juzgadora ha sucedido muy recientemente en Guatemala […] ¿Cuál fue el crimen de Raúl Figueroa? Haber publicado, a solicitud y con el conocimiento del autor, Mardo Arturo Escobar, una fotografía que fue insertada en un libro editado por F&G. De ese libro le fueron entregadas al ahora acusador, algunos ejemplares.

A los jueces no les importó nada que el propio Mardo Escobar hubiese reconocido que le había entregado voluntariamente una fotografía a Raúl Figueroa, al que le dio autorización verbal para usarla en una publicación.

Sí les importó que el acusador fuese su colega: Mardo Arturo Escobar trabaja en el Cuarto Juicio de Sentencia Penal, siendo, por tanto, compañero de actividades de jueces, oficiales y magistrados… Pero este caso no es un simple episodio de baja corrupción. El acoso del que, desde hace dos años, ha sido objeto F&G Editores, se encuadra en la situación represiva que se está viviendo en Guatemala, donde el poder oficial está persiguiendo e intentando acallar las voces discordantes, ésas que, sin desánimo, siguen denunciando las violaciones de los Derechos Humanos en el país. Por lo visto, tenía razón aquel ya viejo juego de palabras entre Guatemala y Guatepeor. De los ciudadanos guatemaltecos se espera que el inocente juego no se transforme en triste realidad”.

Raúl no está solo; varios escritores estamos con él y también muchas personas fuera y dentro de Guatemala, como lo prueba el siguiente párrafo: “The Writers in Prison Committee of International PEN (WiPC) protests the one-year prison sentence and fine handed down to publisher Raúl Figueroa […] on 6 August 2009 for alleged copyright infringement. Figueroa is currently under house arrest and there are concerns for his safety. There are significant concerns that the case against Figueroa has been brought in retaliation for his publication of books on human rights abuses in Guatemala.” ¿Quién compra la vergüenza de jueces y funcionarios de justicia en Guatemala? ¿No es un absurdo que este caso esté tan “bien atendido” mientras tantos asesinos y ladrones caminan a gusto por las calles de nuestro país? Raúl, la palabra no sólo sirve para condenar o adoctrinar, también sirve para luchar contra la injusticia: estamos contigo.

cescobarsarti@gmail.com

Publicado en "Prensa Libre", 15 de agosto de 2009: http://prensalibre.com/pl/2009/agosto/15/331759.html

Una manera de morder la mano

Francisco Morales Santos
Editor
Premio Nacional de Literatura "Miguel Angel Asturias"

Creo que los derechos terminan donde comienza el abuso, y esto último es lo que ocurre cuando el Tribunal Séptimo de Sentencia, Narcoactividad y Delitos contra el Ambiente ha condenado al editor Raúl Figueroa Sarti con un año de prisión y una multa de Q50 mil. ¿El delito? Dizque utilizar una fotografía sin la autorización escrita de su autor, el señor Marco Escobar, quien ¡vaya coincidencia!, se desempeña como comisario del Tribunal Cuarto de Sentencia Penal del Organismo Judicial.

Ha quedado claro que el susodicho comisario autorizó de palabra el uso de la foto para ilustrar la portada de la novela Cualquier forma de morir del salvadoreño Rafael Menjívar, es más: firmó acuse de recibo de los ejemplares que F&G le envió en el momento en que se lanzó el libro, pero luego vino el requerimiento de Q70 mil por parte del denunciante y a la vez comisario del Tribunal ya mencionado ¡al estilo de las extorsiones en boga! He aquí el abuso.

Lo peor de todo es que el funcionario judicial, que ahora figura como “el ofendido”, le está “mordiendo la mano” a F&G Editores, pues ésta le tendió la mano en el año 2004, al publicarle el libro de cuentos El despertar del sueño, de 132 páginas, que, según mis cálculos le costó alrededor de Q20 mil a la casa editora. ¿Se habrá recuperado su costo en ventas? Lo dudo.

Como bien dice Luis Aceituno, y comparto su criterio, el problema da lugar a una serie de conjeturas, como el querer acallar a un editor por los textos críticos que, sobre la realidad nacional, ha venido publicando, o “por la pura y simple corrupción”.

La Gremial de Editores debió haberse pronunciado desde el momento en que se supo del atropello a Raúl Figueroa Sarti. Aún es tiempo para hacerlo para que la condena se revierta y el caso no se repita.

viernes, 14 de agosto de 2009

Juicio con extraordinaria diligencia

Juicio con extraordinaria diligencia
Oscar Clemente Marroquín
ocmarroq@lahora.com.gt

Cuando vemos la forma en que se comportan siempre nuestros tribunales y lo que tardan en administrar justicia, no deja de causar sorpresa una situación como la que se dio en el juicio contra el editor Raúl Figueroa Sarti, acusado del delito de violación de derechos de autor y derechos conexos por la utilización de una fotografía en la portada de un libro. Varios comentaristas han abundado y profundizado en las evidentes deficiencias del fallo judicial que no valoró adecuadamente pruebas tan contundentes como la declaración inicial del querellante adhesivo y supuesto autor afectado, pero lo que es importante señalar es esa forma en que se evidencia el compadrazgo y el tráfico de influencias.


En efecto, resulta que el propietario de los derechos de la fotografía en cuestión, señor Mardo Arturo Escobar, es trabajador del Organismo Judicial, concretamente del Juzgado Cuarto de Sentencia Penal, y de esa cuenta el sistema se movilizó con diligencia extraña y al final produjo una resolución que se pasó por el arco del triunfo las evidencias de que la utilización de la mencionada foto fue con el consentimiento verbal del autor. Lección que debe quedar para todos los que publicamos materiales ajenos, es indispensable requerir siempre la autorización firmada, aunque el consentimiento se haga frente a testigos y existan otros medios de prueba que permitan corroborar que no hubo violación de los derechos de autor.

Por fortuna existen aún instancias a las que don Raúl Figueroa tendrá que acudir para enmendar un fallo que según todos los expertos que lo han comentado tiene vicios notorios y que evidencia la clara intención de favorecer al querellante adhesivo que contó con el apoyo de fiscales del Ministerio Público que mostraron en esta ocasión una rara habilidad y destreza para lograr una sentencia condenatoria, cosa que rara vez ocurre cuando el acusado es responsable de delitos graves contra la vida o la seguridad de las personas.

Yo no conozco ni soy amigo del señor Raúl Figueroa Sarti, pero conozco su obra y creo que es de los empresarios guatemaltecos que han hecho aportes significativos al país porque gracias a él se ha podido divulgar enorme cantidad de escritos que ayudan a conocer y entender nuestra realidad. Editar libros en Guatemala no es un negocio para volver millonario a ninguno porque somos un país en el que no sólo hay poco interés por la lectura, sino que además el interés por las cosas nuestras es aún menor y el asunto se agrava si se trata de obras que tienen que ver con nuestro doloroso pasado o el desafiante futuro. Pero F&G Editores se ha especializado y hace un extraordinario trabajo de edición e impresión de libros que cada vez más se van situando en ese limitado pero importante mercado de lectores guatemaltecos.

No se trata simplemente de ser solidario con alguien que da tanto apoyo a la intelectualidad del país sino de evidenciar las incongruencias de la justicia guatemalteca que se hace de la vista gorda de los asesinatos, del tráfico de drogas, de los secuestros y no digamos de los robos de cuello blanco que son tan característicos de nuestro ambiente, pero en cambio le pasa costosas facturas a quienes son acusados por personas que saben cuáles son las teclas que hay que tocar para que el sistema funcione. Y por eso es que uno siempre siente ese repudio a nuestro mal llamado sistema de justicia que, otra vez, muestra que está al servicio del mejor postor.

Publicado en "La Hora", 14 de agosto de 2009: http://lahora.com.gt/notas.php?key=53758&fch=2009-08-14

PEN International Rapid Action Alert

RAPID ACTION NETWORK

14 August 2009

RAN 34/09

GUATEMALA: Publisher sentenced to one year in prison


The Writers in Prison Committee of International PEN (WiPC) protests the one-year prison sentence and fine handed down to publisher Raúl Figueroa-Sarti on 6 August 2009 for alleged copyright infringement. Figueroa is currently under house arrest and there are concerns for his safety. There are significant concerns that the case against Figueroa has been brought in retaliation for his publication of books on human rights abuses in Guatemala. The WiPC is therefore calling for the case against the publisher to be dropped and for him to be allowed to return to the USA, where he is resident.

On 6 August 2009, a court in Guatemala City sentenced the publisher Raúl Figueroa-Sarti (F&G Editores) to one year in prison and a 50,000 quetzales (approx. US$6,080) fine for allegedly publishing a photograph on a cover of a novel without the permission of the photographer, Mardo Arturo Escobar. Figueroa denies the charges and the prosecution appears groundless given that, since filing the case, Escobar has reportedly twice admitted that he did in fact give permission for the photo in question to be used. The prison sentence is commutable to a daily fine plus litigation costs, but Figueroa is currently under house arrest and unable to return to the USA, where he and his family live.

Established by Figueroa in 2003, F &G Editores is an internationally acclaimed independent publisher based in Guatemala. It publishes fiction, poetry, social science and legal textbooks and is known for its titles on the human rights and socio-political situation in Guatemala, including the final report of the United Nations-backed Guatemalan Truth Commission (Comisión para el Esclarcimiento Histórico, CEH) and publications for the Myrna Mack Foundation.

According to Figueroa, Escobar - who works for a court of law - approached him in 2006 with some of his photographs and asked F&G Editores to publish them. Figueroa explained that he did not publish photos but agreed to use one of Escobar’s images on the front cover of a forthcoming title (Rafael Menjívar Ochoa’s novel Cualquier forma de morir), and in return to provide Escobar with a credit on the back cover and some copies of the book. This arrangement reportedly went ahead as planned.

In August 2007, nine months after the novel was published, Escobar filed a complaint against Figueroa for copyright infringement with the Public Prosecutor’s office, claiming that he had only found out about the use of the photo when he saw the book in a shop window. At an initial hearing in early 2008, Escobar reportedly acknowledged that he had given verbal permission for the photo to be used but as there was no written contract, he was asking for “compensation” of 72,000 quetzales (approx. US$8,752) in lieu of unpaid copyright fees. Despite this, in November 2008 the court ruled that Figueroa could be criminally prosecuted and banned him from leaving the country without the court’s permission. At another hearing in July 2009, Escobar again admitted that he had authorised the use of a photo but said he had not specified which one. The case went ahead regardless.

Figueroa, who is resident in the USA, remains under house arrest in Guatemala City. Under Guatemalan law, he should reportedly be permitted to return to leave the country while awaiting the outcome of his appeal. However, given the nature of the case, there are fears that he may be prevented from returning to the USA and therefore from seeing his family. His wife and four-year-old daughter live in New York and are unable to travel to Guatemala due to threats issued against his wife there in 2007.

Background

Figueroa’s wife, the academic Victoria Sanford, was reportedly subject to threats and surveillance when conducting field research in Guatemala between March and May 2007 which eventually caused her to leave the country for her safety and that of her daughter. Although Sanford at first suspected that the threats stemmed from her research into human rights issues in Guatemala, she now believes them to be related to the court case against her husband. F &G Editores has published two of Sanford’s books: Violencia y Genocidio en Guatemala (Violence and Genocide in Guatemala) in 2003 and Guatemala: del genocidio al femicidio (Guatemala: from genocide to femicide) in 2008.

According to Sanford, Figueroa has been experiencing interference with his phone lines since July 2009 and his work email has reportedly also been tampered with. Given her own experiences in Guatemala, Sanford fears for her husband’s safety.

Sanford says: “This case is not really about F&G Editores any more than it is about Raúl Figueroa-Sarti. This case is about free speech and judicial corruption. It is about silencing the only independent press in Guatemala and the only press willing to use its resources to publish books that speak truth to power. The response of the powerful is to silence those voices in every way possible. […] If this travesty of justice goes unchallenged, it will make writers and publishers all the more apprehensive to write or publish anything that questions injustice.”

Further information

· Article by La Hora (7 August 2009) (Spanish only): http://lahora.com.gt/notas.php?key=53412&fch=2009-08-07
· Articles by El Periodico (8 August 2009) (Spanish only): http://elperiodico.com.gt/es/20090808/cultura/109802/, http://elperiodico.com.gt/es/20090808/opinion/109796/
· Raúl Figueroa’s blog (Spanish only): http://raulfigueroasarti.blogspot.com/
· Website of F &G Editores (Spanish only): http://www.fygeditores.com/

Please send appeals:

· Protesting the one-year prison sentence and fine handed down to the publisher Raúl Figueroa-Sarti on 6 August 2009 for alleged copyright infringement;
· Pointing out that since the plaintiff has reportedly admitted that he gave Figueroa verbal permission to publish his photograph, the prosecution is groundless;
· Urging the Guatemalan authorities to drop the case against Figueroa, which appears to be political;
· Expressing concern for Figueroa’s safety and calling for him to be allowed to join his family in the USA, where he is resident.

Appeals to:

Attorney General and Head of the Public Prosecutor’s Office
Lic. Amílcar Velázquez Zárate
Fiscal General de la República y Jefe del Ministerio Público
15 calle y 15 avenida zona 1
Edificio Gerona
Guatemala, Guatemala
Fax: +502 2411 9100/ 9124/ 9326
Salutation: Dear Attorney General/ Estimado Sr. Fiscal General

Copies to:

General Secretary of Attorney General
Lic. Gloria Porras
Secretaria General
porrasgloria@hotmail.com

United Nations Special Rapporteur on the independence of judges and lawyers
Leandro Despouy
US Special Rapporteur on the independence of judges and lawyers
United Nations Human Rights Council
Fax: +41 22 917 9006
e-mail: SRindependenceJL@ohchr.org

And/ or your nearest Guatemalan Embassy (see http://www.embajada-online.com/embajadas-de-Guatemala-en-otros-paises-P73.htm).

***Please take action immediately. Check with the WiPC if sending appeals after 14 October 2009.***

For further details please contact Tamsin Mitchell at the Writers in Prison Committee London Office: International PEN, Brownlow House, 50-51 High Holborn, London WC1V 6ER Tel: +44 (0) 207 405 0338 Fax +44 (0) 207 405 0339 email: tamsin.mitchell@internationalpen.org.uk

El perro aúlla:

“¿En su nombre se comete una injusticia?”.

Por: Álvaro Castellanos Howell

En lo que va de este mes de fiestas patronales de la Virgen de la Asunción, se han escrito sendas columnas sobre el caso del “Perro Aullador”, en el que se dictó sentencia condenatoria en contra del conocido editor Raúl Figueroa Sarti. Hace unos días escribí una columna sobre la importancia de los jueces en nuestra sociedad y la vital necesidad de que razonen debidamente sus fallos.

He estudiado la sentencia C-G-5499-2008, proferida el 6 de los corrientes por el Tribunal Séptimo de Sentencia Penal, Narcoactividad y Delitos contra el Ambiente y a pesar de que aparentemente no viola el derecho del procesado de contar con un fallo razonado, creo, en mi particular opinión, que sí viola su derecho a la justicia imparcial. Me explico.

Al leer cuidadosamente la sentencia, puede uno decir que la discusión giró principalmente en cuanto a si el editor tenía o no autorización de usar y adaptar (en la sentencia lo consideran “mutilar”) como parte principal de la portada de un libro, una foto de un perro aullando, tomada por el acusador. Sobra decir que un experimentado editor como el señor Figueroa Sarti ha de saber desde hace muchísimos años que para usar una fotografía necesita autorización de su autor y que yo sepa, es la primera vez que tiene un problema de esta naturaleza. Curiosamente este tipo de presunciones no obró para nada en su favor en el debate.

En donde me parece que hubo un error por parte del Tribunal es en la valoración de las pruebas. No se tomó en cuenta nada de la declaración de los hechos por parte del propio Figueroa Sarti. Es decir, su declaración no sirvió de nada. Si no existe prueba documental del contrato de autorización de uso de fotografía, entonces el dicho tanto de acusador como de imputado, deberían pesar igual, ¿no?

En ningún momento el tribunal sentenciador valoró que no sólo el editor por su parte afirmó que sí tenía autorización, sino que tampoco consideró varias pruebas de descargo en su favor. Por ejemplo, un testigo, cuyo testimonio acepta como válido el tribunal, aclara que el fotógrafo sí había autorizado el uso de la fotografía. Quizá fue visionario el ahora famoso autor del “Perro Aullador” (así le llamo yo), pues ese perrito quizá sabía desde un principio que aullaba porque lo utilizarían para cometer una injusticia. Ya veremos si la Sala de Apelaciones concurre con esta opinión.

Publicado en "El Periódico", 14 de agosto de 2009: http://elperiodico.com.gt/es/20090814/opinion/110391/

La justicia en la mirilla

Tuercen un caso civil para convertirlo en penal.

Por: Carol Zardetto

Un reciente fallo ha puesto nuevamente en evidencia al sistema de justicia: se trata del caso de Raúl Figueroa Sarti. Varias son las aristas oscuras de este caso de baja calaña. Para empezar, el caso sirve como ejemplo de una curiosa distorsión, bastante común: convertir en caso penal una acción de naturaleza eminentemente civil. En este caso, el reclamo de una indemnización por daños y perjuicios.

Si examinamos la cuestión, la acusación que se formula contra Raúl Figueroa no es una transgresión de naturaleza penal, sin embargo, el caso se tuerce para favorecer la extorsión. Lo más penoso es que ante estos casos “torcidos”, el Ministerio Público actúa con eficiencia y celeridad, empujando toda la acción punitiva del Estado en contra de un ciudadano respetuoso de la ley. En contraposición, ante los casos puramente criminales, enderezados contra elementos espurios de la sociedad, exhibe una lenidad vergonzosa y permite una galopante impunidad.

¿Cómo opera esta baja corrupción? Pues es simple. El caso se distorsiona en virtud de componendas entre individuos que construyen círculos de influencia que trabajan en las agencias fiscales y los juzgados. A partir de este compadrazgo, los casos se tratan no con el espíritu de aplicar la ley, sino para favorecer intereses particulares, aún cuando no exista una base jurídica o se pase encima de la justicia. Así, casos de naturaleza civil se transforman en causas criminales para presionar a ciudadanos que no han cometido ningún delito. El objetivo es obligarlos a transigir con demandas ilegales, injustas e ilegítimas. Lo penoso es que todo el sistema se pliega a una causa tan perversa como insignificante: permitir que aprovechados de poca monta logren salirse con la suya.

Sin embargo, no es esta penosa articulación lo más grave. Lo ridículo de la cuestión, lo inapropiado del proceder de las instituciones, lo mal formulado que está el fallo, podrían apuntar hacia otra cosa. ¿Se pretenderá con esta acción intervenir con la libertad de expresión? ¿Se pretenderá arrinconar a uno de los editores más serios del país para evitar que siga publicando libros inconvenientes o incómodos? ¿Será Raúl Figueroa Sarti non grato a los intereses de algún oscuro sector poderoso en nuestro país?

Raúl Figueroa es un ciudadano que, con determinación y mucha pasión, ha incidido positivamente en la construcción de esa Guatemala a la que todos aspiramos. No solamente ha establecido una editorial de primer rango, sino que también como presidente de la Gremial de Editores, marcó un camino a seguir para que tan importante industria evolucione en el país.

Debemos cerrar filas para que no se consuma la ignominia. Al final, el perjuicio no será sólo para Raúl, sino para todos los ciudadanos respetuosos de la ley, vulnerables ante estos esquemas.

Publicado en "El Periódico", 14 de agosto de 2009:http://elperiodico.com.gt/es/20090814/opinion/110396/