domingo, 10 de mayo de 2015

Yo confío en la CICIG





          En los últimos días los opositores a la presencia en Guatemala de la Comisión Internacional contra la Impunidad han estado relativamente calladitos. Y es que la arremetida de la Comisión y el Ministerio Público contra la banda de delincuentes cuya cabeza se encuentra en la Casa Presidencial los ha dejado sin argumentos operativos y solo con los de defensa de la soberanía.

          Ahora que Roxana Baldetti renunció y se dictó arraigo en contra suya de inmediato han surgido voces afirmando que ello es muestra de contubernio entre la CICIG y el gobierno. Lo mismo se dijo hace unos días cuando el comisionado Velásquez afirmó que no tenían pruebas contra la exvicepresidente.

          Hoy mismo (10 de mayo) vi expresiones que pretenden minimizar el papel de la CICIG en la renuncia de Baldetti. Pregunto: ¿hubiera sido posible la renuncia de “la dos” sin todo el proceso legal iniciado en contra de la banda La Línea? Yo creo que no, y no me parece necesario abundar en argumentos sobre ello, me parece un hecho evidente.

          Me resulta difícil imaginar que la CICIG pueda ir más rápido de lo que nosotros queremos. Por múltiples razones. La primera es que la CICIG aunque no nos guste, debe apegarse de manera muy estricta a la legalidad. No es fácil hacer un trabajo como el de la CICIG cuando la principal oposición viene del poder “legalmente” establecido. ¿Qué hubiera pasado si desde el primer momento el señor Velásquez dice que los jefes de La Línea son Roxana Baldetti y Otto Pérez Molina?

          Para mí resulta comprensible que Iván Velásquez vaya despacio; por Dios santo, pero es que también debe cuidarse de la Fiscal General. ¿O acaso ustedes confían absolutamente en ella? Desconozco qué pruebas tiene y de cuáles carece. La batalla en la que Iván Velásquez se ha metido no es cosa fácil. La tarea que le encomendaron es peor que la de limpiar los establos de Augías, porque acá la mierda está viva y tiene poder.

          Lo menos que podemos hacer en estos días de incertidumbre es no caer en la trampa del desprestigio de la CICIG.

1 comentario:

  1. El error es resarcirme porque es la causa de la calumnia en mi contra por motivo de que adjudican que soy mentecato con mi reserva con las secuaces de mi parafilia voyeurista para improvisarme con las bastardas de mi parafilia voyeurista con mi culminante evolucion denigrante.
    Me marginaron sexualmente pero la solucion es regenerar a los marginados y deplorar a los precarios. Mis calumniadores desean continuar marginandome sexualmente hasta que sea traicionado por la turba.

    Atentamente:
    Jorge Vinicio Santos Gonzalez,
    Documento de identificación personal:
    1999-01058-0101 Guatemala,
    Cédula de Vecindad:
    ORDEN: A-1, REGISTRO: 825,466,
    Ciudadano de Guatemala de la América Central.

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