sábado, 23 de mayo de 2015

Sin colaboradores, solo una salida: #RenunciaYa


El mandatario nombró a los dos exjefes de la SAT,
Carlos Muñoz y Omar Franco, ambos arrestados por el caso
La Línea. (Foto de El Periódico)


El gobierno de los múltiples gabinetes se quedó hasta sin gabinete de cocina.

Después de varias capturas de funcionarios acusados de corrupción, hay varios puestos que están vacantes. Todo parece indicar que al presidente le está costando encontrar personas que quieran arriesgarse a ser parte de un gobierno demostradamente corrupto. Los que han mostrado disposición a ser parte del mismo, como los nombres sugeridos por Maldonado Aguirre para secretario privado, de inmediato han sido cuestionados y no les ha quedado más que renunciar antes que aceptar a ser parte de la banda.

¿Qué significa ello? Que el “partido de gobierno” carece de cuadros que puedan hacerse cargo de la administración pública. Esta ha sido una deficiencia de casi todos los “partidos” que han gobernado en los últimos años. Pero a ello debe sumarse que el general retirado ha perdido liderazgo y los pocos profesionales capacitados no confían en él, y los que sí confían y desean ser parte de su banda, que no equipo de gobierno, carecen de la suficiente honorabilidad para confiarles la función pública.

Otto Pérez Molina debe comprender que en el momento actual su continuidad como presidente de la República solo agudiza aún más la crisis que vive el país como resultado de su voracidad saqueadora de los bienes públicos. Su permanencia en el gobierno no le permitirá remontar la crisis, carece de la confianza de la ciudadanía y de los potenciales colaboradores. Tampoco tiene la capacidad como para gobernar en solitario y asumir las funciones de los ministros ausentes.

La incapacidad para armar equipo es una razón más por la cual Pérez Molina debe renunciar.

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