viernes, 25 de mayo de 2012

Ejecución extrajudicial de Danilo Arriaga Morales y Francisco José Pérez Rodríguez


Caso ilustrativo No. 71
Ejecución extrajudicial de Danilo Arriaga Morales y Francisco José Pérez Rodríguez

I. ANTECEDENTES
Danilo Arriaga Morales, de origen maya mam, vivía en la colonia San José, municipio de El Tumbador, departamento de San Marcos. Contrajo matrimonio con Gladys Pérez Rodríguez, quien le dio diez hijos. Uno de ellos, Carlos Arriaga Pérez, era combatiente en la Organización del Pueblo en Armas (ORPA) y por esta razón no vivía con su familia.
Al tanto de su militancia en la guerrilla, los patrulleros civiles y los comisionados militares del lugar buscaban con afán a Carlos Arriaga, pero éste nunca aparecía por la zona.
En mayo de 1983 la esposa de Danilo Arriaga falleció a consecuencia de una enfermedad. Por tal motivo, los patrulleros civiles y los comisionados militares pensaron que era el momento propicio para que Carlos Arriaga se presentara en la localidad a fin de asistir al velorio de su madre, pero no fue así.

II. LOS HECHOS
Hacia a la media noche del 25 de mayo de 1983, cuando la familia Arriaga Pérez velaba el cadáver de Gladys Pérez, un grupo de hombres armados, todos ellos con el rostro cubierto, rodearon la casa y a gritos llamaron a Carlos Arriaga.
Danilo Arriaga Morales abrió la puerta y los hombres armados le preguntaron por su hijo Carlos, a lo que respondió que no se encontraba en la casa. En ese momento se inició una discusión. Minutos después, los sujetos armados dispararon contra Danilo Arriaga, quien cayó al suelo, herido por varios impactos de bala que le causaron la muerte pocas horas después.
Tan pronto oyó los disparos, Francisco José Pérez Rodríguez, de 16 años de edad y sobrino de Danilo Arriaga, se asustó y comenzó a correr. Los hombres armados, confundiéndolo con Carlos Arriaga, le dispararon y lo mataron.
El 26 de mayo, por la mañana, llegó a la casa de Danilo Arriaga el comisionado militar del lugar: preguntó por lo que había pasado y cómo había sucedido. Asimismo, indagó sobre el paradero de Carlos Arriaga y afirmó que por éste tenía la culpa de lo ocurrido. Según opina un testigo:“…Él vino para ver el resultado del trabajo que habían hecho en la noche…
Otros testigos, señalan que los responsables de estas ejecuciones arbitrarias pertenecían a la Patrulla de Autodefensa Civil del municipio de El Tumbador. Pese a que iban con la cara cubierta, algunos de ellos fueron reconocidos por sus características físicas y por la voz. Además, uno de los integrantes de las Patrullas de Autodefensa Civil, identificado como Esteban Pérez,contó poco tiempo después de producirse estos hechos que la intención de los responsables era capturar a Carlos Arriaga.
Debido al poder fáctico que aún detentan los ex patrulleros civiles y ex comisionados militares en el municipio, los familiares de las víctimas y los habitantes de El Tumbador tienen miedo de hablar del pasado. Uno de los testigos manifestó: “…Volver a revolcar todo este pasado puede producir efectos fatales. Supóngase que, en un momento dado, se enteran de que hoy estamos hablando aquí de esto y puede pasar alguna cosa…

III. CONCLUSIONES
La CEH ha llegado a la convicción de que Danilo Arriaga Morales y Francisco José Pérez Rodríguez fueron ejecutados arbitrariamente a manos de individuos que actuaron por cuenta del Estado, con seguridad patrulleros de autodefensa civil y comisionados militares, en violación de su derecho a la vida.
La CEH considera, que la agresión armada contra personas civiles e indefensas, aún cuando se trate de familiares de miembros de la guerrilla, no tiene justificación jurídica o ética alguna, ni siquiera en el supuesto de que dichas personas hubiesen prestado algún tipo de apoyo a sus familiares involucrados en la guerrilla.


Fuente: CEH, Guatemala memoria del silencio.

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