lunes, 2 de abril de 2012

Episcopado Guatemalteco señala peligro comunista (24 de abril de 1962)

 

EPISCOPADO GUATEMALTECO SEÑALA PELIGRO COMUNISTA
HACE LLAMADO A CATÓLICOS PARA QUE NO ACUERPEN LOS MOVIMIENTOS QUE PONGAN EN PELIGRO A LA IGLESIA
24 de abril de 1962
El Episcopado de la Provincia Eclesiástica de Guatemala, en vista de los últimos sucesos que han alterado la paz y fraterna convivencia entre los diversos sectores del pueblo, así como la grave amenaza del comunismo ateo, materialista y totalitario, que con las conocidas tácticas redobla esfuerzos por dominar al país; en cumplimiento de sus deberes pastorales, invocando las luces de lo alto, estima prudente hacer las siguientes advertencias para la preservación y salvaguarda de nuestro patrimonio cristiano:

1º. La lucha por implantar en el mundo entero la ideología comunista sigue siendo una de las características trágicas de nuestros tiempos, la más enconada y total que se haya registrado en la historia contra la doctrina cristiana. Estos propósitos de dominación se han acentuado en el corriente año en algunos países hispanoamericanos vulnerando la unidad católica mayorítaria de nuestro continente; y dentro de estos Guatemala ha sido señalada como objetivo de inmediata conquista.
En consecuencia, es deber de todo cristiano estar alerta y actuar con ánimo firme para impedir que esta conspiración contra nuestras mejores tradiciones se realice. Sobre el particular una vez más os recuerda que la Santa Sede ha declarado terminantemente excomulgado a todos los católicos que libremente den su nombre o favorezcan al comunismo; ya sea en entidades abiertamente comunistas o en aquellas que siguiendo la ideología comunista se escondan bajo diversas denominaciones.

2º. Es ajeno a sus deberes pastorales, el inmiscuirse en propiciar estructuras o formas de gobierno, tomar parte en actividades que favorezcan determinada tendencia partidista; pero está obligado a defender la fé y moral cristianas en las instituciones y estructuras estatales y particulares, y llamar seriamente la atención a los fieles para que no apoyen ni acuerpen los movimientos que pongan en inminente peligro esta misma fé y moral y el cumplimiento de la misión que Nuestro Divino Salvador le ha confiado.
Por ello, hace un llamamiento a todos los católicos en general para que unidos en el amor a Cristo eviten actitudes que “inmediatas o egoístas” pueden comprometer los intereses de nuestra Madre, la Iglesia.

3°. Es urgente que los católicos cooperen al restablecimiento del orden público, como deber grave en conciencia, tanto más cuanto que, aparte de cuestiones de orden meramente local de libre apreciación se registra el hecho de la audacia comunista, que puede aprovecharse para sus propios fines.
Deben los padres de familia orientar e instruir a sus hijos; y estos darles el honor y respeto merecido. Los católicos miembros de diversas entidades deben responsabilizarse seriamente, meditando las implicaciones de su conducta que puedan cooperar al desorden y anarquía; en general todos los católicos deben acatar el principio de respeto a la autoridad legalmente constituida, siempre que ésta no actúe contra los dictados de la moral cristiana.

Nuestra Santa Madre la Iglesia, amantísima de sus hijos, se desvela y preocupa por la salvación eterna de sus almas; se duele con sus padecimientos; está atenta a sus inquietudes, deseando a todos el ambiente de la fraterna convivencia; el progreso dentro del orden, la paz como fruto de la justicia y el amor; y por estas razones insiste, por nuestro medio, para que todos los buenos católicos y los buenos patriotas, unifiquen esfuerzos para salvar su alta misión entre nosotros, buscando el Reino de Dios primordialmente y esperando que Dios, Nuestro Señor, libre a Guatemala del comunismo ateo, materialista y totalitario.
Aprovechando una vez más esta oportunidad para enviaros nuestro ferviente saludo de Pascuas de Resurrección y os bendecimos en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.
Dado en Guatemala de Nuestra Señora de la Asunción a los veintitrés días del mes de abril del Año del Señor 1962. Monseñor Mariano Rossell y Arellano, Arzobispo de Guatemala; Mons. Raymundo M. Martín, Obispo de las Verapaces; Mons. Angélico Melloto, Obispo de Sololá; Mons. Rafael González Estrada, Obispo Auxiliar de Guatemala; Mons. Humberto Lara Mejía, Obispo Auxiliar de las Verapaces; Mons. Hugo Gebermann, Prelado Nullius de Huehuetenango; Mons. Miguel Angel García Arauz, Obispo de Jalapa; Mons. Constantino Luna Pianegonda, Obispo de Zacapa; Mons. Celestino Fernández Pérez, Obispo de San Marcos; Mons. Mario Casariego, Obispo Auxiliar de Guatemala; Mons. Gabriel Viñamata C., Administrador Apostólico del Petén.

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