En
un comunicado hecho circular en redes sociales y publicado en campos pagados en
los medios impresos de mayor circulación del país se dio a conocer la fundación
de la Alianza Republicana Nacionalista para la Defensa de la Soberanía y la
Dignidad Nacional (ARDEMOS). El lema con el que ARDEMOS inicia su comunicado es
“Hambrientos y mal educados pero dignos” y expresa que están dispuestos incluso
a pagar impuestos para evitar que la soberanía nacional siga siendo mancillada
por proconsules de países extranjeros, que osan criticar las condiciones de
bienestar del país,olvidándose de que la pobreza, la falta de educación y salud
forman parte de las más enraízadas tradicones nacionales.
En
uno de los puntos del comunicado, ARDEMOS expresa no estar dispuesta a tolerar
que como resultado de la intromisión extranjera se produzcan cambios que solo
puede llevar a un enfrentamiento social de magnitudes incalculables. Al mismo
tiempo que le garantizan al presidente que si él asume una actitud valiente y
viril, demostrando que tiene empuje testicular, le ofrecen hacer donaciones de
maíz, frijol, gasas, mertiolate y todo lo necesario para que los muertos en
vida puedan terminar de morirse sin mayor escándalo público.
Adicionalmente,
como parte de su compromiso con la soberanía nacional, ARDEMOS informa que ya
tiene en curso una convocatoria internacional, mediante la cual espera la
importación de al menos veinte intelectuales nacionalistas, de lo que sin
importar en donde dejaron enterrado el ombligo se lanzan en patrio ardimiento a
defender la soberanía del país que les da de comer.
Entre
la larga lista de organizaciones que integran ARDEMOS destaca la presencia de
la Fundación Somos Terroristas, Alianza Nacional por la Pena de Muerte,
Cristianos en Favor de la Vida y de la Pena de Muerte, Comité Permanente de
Nacionalistas Importados en Contra del Comunismo, Frente de Convergenica
Nacionalista.
Hasta
el momento aún no ha habido ninguna reacción del embajador de los Estados
Unidos Socialistas de América, ni de la República Católica Vaticana, en contra
de quienes parece ir destinado el comunicado.
(*) El País Paralelo es un paraíso ficticiamente real, en donde
de vez en cuando suceden eventos –eventuales, no planificados– positivos y
también extremadamente negativos.
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