El País Paralelo: Ciudad desierta*
Ayer jueves 31 de mayo, a partir de las
siete y media de la noche, la ciudad —de manera inadvertida para unos, evidente
para otros— empezó a dar muestras de cierto letargo. A pesar de ser fin de
quincena y de mes, cuando las arterias citadinas se cierran prácticamente por
el volumen del tráfico vehicular, la tardenoche del jueves parecía ser la de un
día festivo, calles vacías.
Los observadores más perspicaces sí
notaron algo que empezó a hacerse más evidente a medida que pasaba el tiempo:
las calles estaban vacías de mujeres. A las diez de la noche, el ministro de
Gobernación llamó eufórico al presidente para informarle que su comunicado de
prensa sobre medidas de autoprotección había dado resultados: a esa hora no se había
reportado ningún hecho de violencia en contra de “féminas”. A las once y
treinta, la vicepresidenta llamó al ministro de Gobernación disculpándose por
sus apresuradas declaraciones en contra del comunicado sobre las medidas de
autoprotección.
A esa misma hora el jefe de
comunicación social del Ministerio del Interior envió un apresurado comunicado
en donde se convocaba a una conferencia de prensa para el dia 1 de junio a las
once horas, donde se estarían dando a conocer el inusitado fenómeno social. “Se
ha hecho evidente, dice el comunicado, que nuevamente las críticas en contra
del actuar del gobierno proceden de lo que son grupúsculos que están en contra
de todo, pero los guatemaltecos, y en este caso particular las guatemaltecas,
saben que el gobierno trabaja por ellas y atienden lo que son las
recomendaciones”.
A las siete de la mañana del viernes 1
de junio los teléfonos celulares de ministros, secretarios, presidente y
vicepresidenta empezaron a timbrar ininterrumpidamente. En las dependencias
públicas había un ausentismo de mujeres superior al noventa por ciento. La
ministra de Educación tuvo que ordenar el cierre de las escuelas, debido a la
falta de maestras y también de niñas. En los hospitales públicos la ausencia de
personal femenino fue del cien por ciento.
Igual situación se vivió en el sector
privado: oficinas, fábricas, maquilas, comercios, supermercados. Un ausentismo
de mujeres que ronda entre el setenticinco y el noventa por ciento.
Al momento de escribir esta nota el
Ministerio de Gobernación desconvocó a la conferencia de prensa.
Aún se desconoce cómo es que las
mujeres paralelotecas lograron de manera silenciosa alcanzar tal grado de
movilización paralizadora. Una hipótesis es que las recomendaciones de
autoprotección eran precisas en cuanto a la hora de inicio de la
autoprotección, pero no indicaban cuándo deberían de terminar: “a partir de las
20:00 horas”.
Otra hipótesis es que una organización
femenina de reciente fundación lanzó de manera silenciosa –haciendo uso de mensajes
de correo electrónico individuales, redes sociales y mensajes telefónicos– una
convocatoria para protestar por la estulticia de las autoridades de gobierno.
(*)
El País Paralelo es un paraíso ficticiamente real, en donde hay educación,
salud, cultura, justicia y trabajo para todos.
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