martes, 12 de junio de 2012

Masacre de Chacalte, San Gaspar Chajul, Quiché, cometida por el Ejército Guerrillero de los Pobres (EGP)


Caso ilustrativo No. 110
Masacre de Chacalte, San Gaspar Chajul, Quiché, cometida por el Ejército Guerrillero de los Pobres (EGP)

“El guerrillero quebró la puerta de la casa y entró. Cuando miraron debajo de la cama dispararon sobre nosotros…

I. ANTECEDENTES
La región conocida como Ixil, formada por los municipios Nebaj, Chajul y Cotzal, se encuentra al norte del departamento de Quiché. En la zona céntrica se ubica la aldea de Chacalté, que está a unos dieciséis kilómetros al noroeste de la cabecera municipal de Chajul y colinda con las aldeas de Juil, Xix, y Sumalito. Sus habitantes pertenecen al grupo étnico ixil.
En el segundo semestre de 1973 apareció el Ejército Guerrillero de los Pobres (EGP) en esta zona. A principios de 1976 el Ejército de Guatemala instaló los dos primeros destacamentos en las localidades de Chajul y Nebaj.
En 1979 el EGP incrementó su presencia en la región. Los acercamientos de la guerrilla a la población se produjeron a través de charlas; les prometieron que “ellos iban a terminar con el Ejército, que ellos iban a poner un presidente mejor … la guerrilla los aconsejaba”. Las comunidades de Chacalté, Xix y Juil destacaron entre los primeros poblados donde surgieron organizaciones de apoyo a la insurgencia. En 1982 el EGP ya contaba con un amplio respaldo social; sin embargo, reconoció, ante la CEH, que “la demanda sobre nosotros fue muy superior a la capacidad real que teníamos de responder al trabajo organizativo, de politización y de orientación”.
Debido a que las promesas de la guerrilla no se cumplieron, y también por las acciones represivas del Ejército, la comunidad de Chacalté fue progresivamente alejándose del EGP. Los pobladores, en una entrevista colectiva, manifestaron: “Entonces la gente dijo ‘mejor no, esos nos están mintiendo, dicen mentiras, mejor vamos a buscar el Ejército para que nos ayude a ver qué, porque sino, vamos a terminar aquí…
En marzo de 1982 el comandante del destacamento militar ubicado en la cabecera municipal de Chajul, promovió una reunión, a la cual asistieron los representantes de la comunidad. El objetivo fue constituir las Patrullas de Autodefensa Civil (PAC). La comunidad recuerda que el comandante les dijo: “…Lo que pueden hacer es organizarse, o sea velar por que la guerrilla no entre y también hay que juntarse la gente, las casas, para que puedan estar unidos y la guerrilla no pase fácilmente entre las casas. Entonces a la gente le pareció bien”.
El comandante ordenó también a la población vecina de Vichacala que, para su mayor seguridad, se trasladase a vivir al centro de Chacalté. Las personas reconcentradas se instalaron en el juzgado, la iglesia y la escuela de la comunidad. Durante el traslado de esta población, dos guerrilleros capturados fueron asesinados a golpes con palos (leñazos) en el centro de Chacalté. Posteriormente, la población informó de lo sucedido al destacamento militar de Chajul. El comandante del mismo prometió otorgar armas a las patrullas de Chacalté para la defensa de la comunidad. Dos meses después, les entregaron 32 armas a los pobladores.
A partir de la organización de las PAC en Chacalté, el Ejército estableció un vínculo constante con éstas, comisionándolas para que realizaran diversas tareas dentro de su estrategia contrainsurgente.
En abril de 1982 un grupo aproximado de veinte patrulleros encontró en Vicalamá, a cuatro kilómetros de Chacalté, a dos guerrilleros que se dirigían hacia la aldea. Mataron a “garrotazos” a uno de ellos; al otro lo detuvieron, le quitaron la mochila que llevaba y lo llevaron amarrado a la aldea. De inmediato se le dió avisó al destacamento militar de Chajul, que mandó un helicóptero para recogerlo y se lo llevaron. Por esta acción el destacamento militar de Chajul entregó, como recompensa, cinco escopetas a los patrulleros.
El EGP elaboró una clasificación de las PAC según el grado de colaboración que éstas prestaban al Ejército. Distinguían a las patrullas formadas por población dispuesta a participar y colaborar con el Ejército, a las que les denominó bandas reaccionarias, de aquellas “patrullas civiles forzadas”, que participaban a la fuerza. La guerrilla consideró que “el golpe militar juega un papel determinante: el golpe al Ejército, a las bandas reaccionarias, a sus jefes y a todo enemigo del Pueblo y la Revolución”. El reconocimiento de estas “bandas” como objetivo militar consta en un documento interno del EGP sobre la estrategia a adoptar frente a las PAC, en el que se afirma que “podemos incluir en éste nuestro planteamiento de golpear de manera exitosa a bandas reaccionarias activas en primer lugar, buscando el aniquilamiento con recuperación”. Miembros de este grupo guerrillero reconocieron que “dijimos a esas bandas reaccionarias, cada vez que haya oportunidad hay que combatirlas como si estuvieran combatiendo con el Ejército mismo, porque están armados, recibían entrenamiento y eran no sólo agresivos en la búsqueda de combate con la guerrilla, sino que eran asesinos en sus propias poblaciones. Entonces a esos sí dimos la orientación, desde la dirección, de que había que combatirlas drásticamente…
La PAC de Chacalté fue catalogada como “banda reaccionaria”.

II. LOS HECHOS
Tres pelotones del EGP, formados por treinta personas cada uno, y una unidad especial de combate denominada “patrulla de comando”, pertenecientes al Frente Ho Chi Minh, se reunieron en Xix la madrugada del 12 de junio de 1982. Según informaron a los combatientes, habían planificado una operación para capturar a los patrulleros que estaban en Chacalté y robarles las armas. Como paso previo habían explorado la zona previamente y tenían planos para realizar la acción. El objetivo era llegar a la iglesia, centro de operaciones de las PAC, donde se guardaban las armas. Dispusieron que la patrulla de comando avanzara en primer lugar. Dividieron a los pelotones para que entraran en la comunidad por tres puntos diferentes. Cuando amaneció, la aldea y los patrulleros que se encontraban dentro de la iglesia estaban cercados.
El templo estaba construido de adobe, por lo que no era posible ver su interior. El jefe de la patrulla guerrillera, que ingresó primero en la comunidad, arrojó una piedra al techo de teja de la iglesia, con el objeto de abrir un hoyo, lo cual logró luego de varios intentos. Abierto el hoyo, tiró una granada. Veinte patrulleros que allí se encontraban salieron huyendo, momento que fue aprovechado por los guerrilleros para ejecutarlos.
A pesar de que los patrulleros disponían de armas y unas 10 granadas para cada turno, no pudieron defenderse ante la acción guerrillera. La comunidad cuenta que “como ellos estaban durmiendo, trataron de ponerse sus zapatos y ver qué hacían para defenderse, pero casi no pudieron hacer mayor cosa, porque cuando ellos se levantaron … la guerrilla es la que disparó primero y se murieron”.
Simultáneamente a esta acción, miembros de la guerrilla se dirigieron a los puntos donde se encontraban concentrados los pobladores de las aldeas vecinas. En el juzgado mataron a siete personas de una familia de Tzicuach. En la escuela asesinaron a un grupo de alrededor de 10 personas provenientes de Juil. También mataron a una señora que, con sus hijos, dormía en el lugar donde había estado la cárcel. Cuentan varios miembros de la comunidad que, “El guerrillero quebró la puerta de la casa y entró. Cuando miraron debajo de la cama dispararon sobre nosotros … Los guerrilleros dijeron: vámonos muchá, porque de repente vienen los ejércitos … Mi papá salió primero, yo oí que están gritando mi hermanito y mi hermanita, pero ya no pude sacarlos … aparte los guerrilleros que entraron a matar el montón de gente allá en el juzgado, y aparte los que están buscando en cada casa…
La acción guerrillera duró aproximadamente cuatro horas. Las víctimas fueron mujeres, ancianos y niños, incluyendo hombres que no estaban armados. Como parte del ataque a la comunidad, muchas casas fueron quemadas, algunas con sus moradores en el interior. Según uno de los declarantes, las personas fueron asesinadas con arma de fuego y acuchilladas.
La comunidad manifestó: “Muchos niños que se quedaron llorando todavía. Quedaron, todavía, hombres, mujeres que estaban llorando. Había una cosa terrible que se oía, ya toda la gente lloraba. Lloraba. Ya no hallaba qué hacer”.
La población enterró a sus muertos con el apoyo de los soldados del destacamento militar de Chajul, que llegaron hacia las once de la mañana, respondiendo a un llamado de auxilio realizado por uno de los sobrevivientes. Ese mismo día por la tarde, los sobrevivientes bajaron a la cabecera municipal de Chajul llevando las pocas pertenencias que pudieron cargar.
La CEH pudo identificar a 55 víctimas, todas civiles y desarmadas.

III. HECHOS POSTERIORES
Cincuenta sobrevivientes de la masacre de Chacalté fueron instalados en una galera que estaba construida en la plaza de Chajul. Allí, durante los dos meses siguientes, los soldados les proporcionaron alimentos. Poco tiempo después los hombres se integraron a la PAC. Finalmente, les dijeron que buscaran “unos sus centavitos” y el destacamento militar dejó de prestarles ayuda. Algunas de las viudas tuvieron que vender las tierras que tenían en Chacalté y se trasladaron a Nebaj para vivir y trabajar allí.
Otros sobrevivientes se desplazaron hacia la montaña, se organizaron y formaron las Comunidades de Población en Resistencia (CPR) de la Sierra. En la montaña varias familias murieron a causa de escasez de alimentos, por enfermedades, por extraviarse o por emboscadas del Ejército y las PAC.
En 1983, dando cumplimiento al Plan Nacional de Seguridad y Desarrollo (PNSD), impulsado por el Gobierno militar de entonces, muchas comunidades de la región ixil fueron trasladadas por el Ejército a las “aldeas modelos”, que no correspondían a sus lugares de origen ni fueron diseñadas de acuerdo a las características culturales de la población ixil. En 1991 algunos de los sobrevivientes de Chacalté retornaron a la comunidad y reorganizaron la aldea.
Durante las fechas comprendidas entre el 22 de agosto al 6 de septiembre de 1997 el equipo de antropólogos forenses de la Oficina de Derechos Humanos del Arzobispado de Guatemala (ODHAG) realizó la exhumación en Chacalté. Encontraron setenta y cinco osamentas de hombres, mujeres y niños. Por las malas condiciones de preservación de los restos óseos, tan sólo se logró identificar diecisiete.

IV. CONCLUSIONES
Teniendo en cuenta todos los antecedentes de la investigación, la CEH llegó a la plena convicción de que 55 personas civiles e indefensas, entre mujeres, ancianos y niños de la comunidad de Chacalté, fueron ejecutadas arbitrariamente por miembros del EGP pertenecientes al Frente Ho Chi Minh. Esta masacre constituye una grave violación a los principios comunes del Derecho Internacional de los Derechos Humanos y del Derecho Internacional Humanitario.
La CEH considera que el eventual apoyo que las víctimas hubiesen prestado al Ejército no otorga justificación alguna a este grave atentado contra el derecho a la vida.
El caso ilustra en qué medida la extensión del concepto de enemigo que realizó la guerrilla, aplicándolo a población civil que colaboraba con el Ejército, condujo a miembros suyos a cometer graves violaciones de las reglas mínimas que los obligaban como combatientes.

LISTADO DE LAS VÍCTIMAS

Ejecución arbitraria
Ana Teresa Raymundo
Ana Chávez Bernal
Ana Terrasa Santiago
Andrés Cobo Guzmán
Antonio Brito Cruz
Apolinario Pedro Terrasa Santiago
Avelo Sánchez Brito
Canuto Vicente Raymundo Guzmán
Catarina Bernal Santiago
Catarina Brito
Catarina Brito Terrasa
Catarina Terrasa Chávez
Cecilia Santiago
Diego González
Diego Solís
Domingo Raymundo Ceto
Domingo Sánchez Cruz Brito
Elena Raymundo
Elena Velasco Cobo
Engracia Terrasa
Felipe Terraza López
Francisco Ceto
Francisco Cuchil Brito
Francisco Velasco Sánchez
Jacinto Ceto
Jacinto Chávez Matom
Jacinto Solís
Juana Ceto
Juana Cobo Guzmán
Juana Cruz Sánchez
Juana Cruz Sánchez
Juana Pérez Solís
Juana Santiago
Juana Terrasa Ramírez
Juana Terraza López
Julian Santiago Ramírez
Lorenzo Ceto
Magdalena Ceto
Magdalena Cobo Guzmán
Margarita Lainez Chávez
Margarita Sánchez
María Brito Brito
Miguel Brito Sánchez
Miguel López
Pedro Ceto
Pedro Pérez
Pedro Raymundo Guzman
Pedro Sánchez Cruz Brito
Pedro Solís Ceto
Pedro Terceria
Rafael Cobo Guzmán
Roberto Varias
Romulo Francisco Raymundo
Guzmán
Tomás Raymundo Guzmán
Vicente Santiago Cedillo


Fuente: CEH, Guatemala memoria del silencio.

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