En conferencia de prensa realizada hoy
a primeras horas de la mañana el presidente de la República expresó que luego
de diversas consultas con su equipo de gobierno y asesores tomó la decisión de
aceptar la renuncia de los ministros de la Defensa y de Gobernación. La
renuncia de los ministros obedece a la implicación de personal bajo su
responsabilidad en las ejecuciones extrajudiciales de pobladores de Totonicapán
el 4 de octubre recién pasado.
El presidente, que como algo inusual no
contaba con la compañía de la vicepresidente, se mostraba sumamente
apesadumbrado. “Para mí no ha sido una decisión fácil aceptar estas renuncias,
sin embargo por el bien del país y mi gobierno me he visto en la necesidad de
hacerlo. Estoy absolutamente seguro de la inocencia del general y el teniente
coronel, pero eso es algo que deben decidir los tribunales”, expresó el
presidente. “El gobierno pierde dos bastiones muy importantes en la lucha que
nos propusimos desde el 14 de enero para lograr la gobernabilidad del país, en
lo cual es fundamental tomar el control de las vías de comunicación, tarea tan
importante como combatir el narcotráfico. Sin vías de comunicación expéditas no
puede haber narcotráfico (sic)”, terminó diciendo el mandatario.
El presidente apuntó que aún no tiene
el nombre de los sucesores de ambos ministros, pero que para cada puesto tiene
ya una terna que está siendo evaluada por una de las más famosas firmas internacionales
en evaluación y contratación de recursos humanos, y que además él está haciendo
las consultas necesarias con la embajada de Estados Unidos y la cúpula
empresarial.
Ante la pregunta sobre la posible
dimisión del ministro de Relaciones Exteriores debido a sus desafortunadas
declaraciones sobre las ejecuciones extrajudiciales,** el presidente expresó:
“Haremos lo que sea necesario para mejorar la imagen internacional del país,
aunque me preocupa mucho lo que pueda pasar con la Secretaría de Planificación
de la Presidencia”.
(*)
El País Paralelo es un paraíso ficticiamente real, en donde de vez en cuando
suceden eventos –eventuales, no planificados– positivos.
(**)"Reconozco
con dolor que en ciertas latitudes ocho muertos es una cosa muy grande, y aunque
suena muy mal decirlo, a diario tenemos el doble de muertos. Por eso, considero que no es una llamada de
atención tan grande”.
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